Las infecciones más frecuentes

Las vacunas, son parte fundamental del cuidado de la salud de las personas, durante todo el ciclo de la vida, ya que estás permiten evitar la presencia de la enfermedad o atenuar la respuesta de los síntomas y complicaciones asociados en la exposición al virus, bacteria o toxina sin una previa inmunización. Es por ello, que todas las personas en especial los niños y niñas deben recibir su esquema de vacunación completo que incluye el número de dosis y refuerzos requeridos por cada vacuna.

Las vacunas, son parte del proceso de activación del sistema inmunológico, por medio de la inoculación (colocación de la vacuna), estimula la respuesta inmune, para generar un reconocimiento y respuesta controlada al agente causal de la enfermedad. 

Consulta aquí nuestro esquema de vacunación para niños y niñas. 

El servicio de vacunación de la Fundación Santa Fe de Bogotá, cuenta con todos los biológicos requeridos para los esquemas de vacunación recomendados para niños y niñas, jóvenes, adultos y adultos mayores. Allí, se encuentran disponibles biológicos acelulares. 

¿Qué son las vacunas celulares? 

Son vacunas generadas a partir de la totalidad del producto de las bacterias, que contribuye de manera importante en la estimulación del sistema inmune, pero aumento la posibilidad de la presencia de síntomas como: fiebre, malestar general, dolor en el sitio de la aplicación, entre otros. No todas las personas desencadenan síntomas post vacunales. 

¿Qué son las vacunas acelulares? 

Este tipo de vacunas son producidas usando solamente la parte antigénica del organismo, es decir, la parte que puede causar la enfermedad. Frecuentemente requieren uno o varios refuerzos, para mantener su eficacia. 

Este tipo de vacunas no hacen parte del Plan Ampliado de Inmunizaciones PAI (Plan de vacunación ofrecidas por el Gobierno Nacional, para la población en el territorio colombiano), pero son una alternativa, para la reducción de la presencia de síntomas o molestias que se pueden derivar de la aplicación de la vacuna. 

Dosis de vacuna:  

Es la cantidad que se requiere recibir, para iniciar el proceso de estimulación del sistema inmunológico, para asegurar la respuesta esperada. 

Refuerzo de la vacuna:  

En algunos casos, es necesario administrar unas dosis de refuerzo de las vacunas, que favorecen las condiciones de respuesta del sistema inmunológico y así mejorar la inmunidad esperable en cada persona. Por ello, es importante estar atentos al número de dosis y refuerzos indicados, según los esquemas de vacunación establecidos. Consulte a su médico o enfermera, para orientarse al respecto. 

¿Cuántos tipos de vacunas existen?  

Son variadas las clases de vacunas existentes y la biotecnología cada vez obtienen mayores avances en las posibilidades de estimular la inmunidad de las personas, para algunas enfermedades. El tipo de material biológico empleado, para su elaboración depende de las características del agente causal, los mecanismos de replicación en el cuerpo y otras variables que son consideradas, para cada tipo de vacuna. Incluso la manera de administrarse influye en el efecto deseado, esperable en cada una de ellas. 

¿Cuáles son los efectos secundarios de las vacunas? 

En general, las vacunas no deben generar síntomas secundarios, sólo en algunas personas se presentan síntomas como: fiebre, malestar general y dolor en el sitio de la punción, como los más comunes. Si se presenta algún otro síntoma o una condición grave de salud asociada a la vacunación, esta “debe ser notificada en el centro de vacunación”, para hacer el respectivo reporte y seguimiento. 

Las vacunas acelulares, disminuyen generalmente, la presencia de síntomas asociados a la vacunación. 

En caso de presentar alguna molestia, siga estas indicaciones: 

• Evite realice masaje sobre el sitio de punción. 

• Evite colocar cremas o sustancias sobre el sitio de punción. 

• Si presenta dolor o malestar y no es alérgico, puede tomar una dosis de analgésico (acetaminofén), según la dosis indicada por su médico. Evite la automedicación. 

Recomendaciones para el adecuado uso de antibióticos, para el manejo de enfermedades infecciosas de origen bacteriano. 

Hábitos seguros para el uso de antibióticos: 

¿Sabes cuál es el riesgo de la Autoprescripción? 

La autoprescripción, es cuando una persona decide tomar medicamentos sin una indicación médica. Generando así un riesgo para su salud y el adecuado uso de los medicamentos. 

Los medicamentos requieren de una indicación y una fórmula médica, para poder obtener el mejor resultado clínico con el menor riesgo posible. En especial, los antibióticos que tienen indicaciones muy precisas. 

Riesgos cuando te automedicas: 

• Se ocultan los síntomas y esto evita que puedan reconocerse oportunamente, para recibir el tratamiento adecuado. 

• Producen efectos secundarios, que no son fáciles de identificar por la falta de conocimiento del medicamento. 

• Generar resistencia de los antibióticos y aumentar el riesgo de mortalidad al no recibir un tratamiento adecuado. 

• Desconocer o anular efectos de otros medicamentos que consuma la persona. 

• Los antibióticos se encuentran dentro de los medicamentos que más se automedican las personas en el mundo, generando un problema de salud pública por la resistencia que se genera, dejando cada vez menos posibilidades para combatir las infecciones ocasionadas por bacterias. 

¿Qué es la resistencia antimicrobiana? 

Es el mecanismo que tienen los microorganismos para defenderse o evadir el sistema de ataque de los antibióticos, estos aprenden a reconocer este mecanismo de acción, gracias a las bajas concentraciones que no pueden atacarlos, por tomar estos medicamentos en las dosis incorrectas o la falta de concentraciones, por no tomarlos en los tiempos recomendados. 

Esto genera una alerta para toda la humanidad, ya que estos medicamentos han sido por décadas la respuesta más valiosa a las infecciones bacterianas de todo tipo y si no hacemos conciencia, para mejorar estas prácticas cada vez tendremos menos posibilidades para combatirlas. 

Hábitos seguros para el uso de antibióticos: 

• Evite automedicarse, siempre será mejor acudir primero a su médico. 

• Solo consuma los medicamentos que su médico le ha indicado. 

• Toma los medicamentos en el horario, dosis y frecuencia, que fueron indicados. 

• Programa el tiempo del tratamiento, para tener claridad hasta que fecha está indicado. 

• Evita compartir medicamentos a familiares o amigos o sugerirlos, a pesar de que los síntomas sean similares. 

• Evita suspender el tratamiento antibiótico antes de tiempo, las bacterias pueden reiniciar la infección y no lograr un adecuado control de la infección en caso de la persistencia de síntomas consulte a su médico. 

• Mantener medidas preventivas como la higiene reduce el riesgo de adquirir nuevas infecciones. 

• Recuerda mantener al día tus vacunas y las de tu familia.