Es un examen que se realiza a todos los recién nacidos. Consiste en tomar unas gotas de sangre del cordón umbilical y del talón para detectar el hipotiroidismo congénito. En otras palabras, esta prueba de laboratorio permite detectar de forma temprana posibles deficiencias en la glándula tiroides que podrían comprometer el desarrollo del sistema nervioso central y el crecimiento del bebé, asegurando así que reciba tratamiento en el momento adecuado.