Trastornos del sueño
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Bienvenido a nuestra sección educativa sobre los trastornos del sueño. Aquí, exploraremos diversas condiciones que afectan la calidad y el patrón de tu sueño, incluidos aquellos que tienen una conexión con la salud mental. Es fundamental comprender cómo estos trastornos pueden impactar tu bienestar general y cómo abordarlos de manera efectiva.
Los trastornos del sueño son condiciones que afectan la calidad, la cantidad o el patrón del sueño. Pueden manifestarse de diversas formas y tener un impacto significativo en la vida diaria.
Síntomas
Los síntomas de los trastornos del sueño pueden variar, pero incluyen dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuentemente durante la noche, sensación de cansancio durante el día, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Tipos
Insomnio: Afecta aproximadamente al 30 % de los adultos colombianos, causando dificultad para conciliar o mantener el sueño.
Síndrome de piernas inquietas: Cerca del 5 % de los colombianos experimentan este síndrome, que se manifiesta con sensaciones desagradables en las piernas y un impulso irresistible de moverlas.
Trastorno del sueño por turnos de trabajo: Con la creciente prevalencia de trabajos con horarios rotativos, este trastorno afecta a un porcentaje significativo de la población laboral colombiana.
Trastorno del sueño REM: Afecta a una pequeña parte de la población colombiana y se caracteriza por la interrupción del ciclo normal de sueño, lo que puede resultar en movimientos involuntarios y vivencias vívidas durante el sueño.
Trastorno de pesadillas: Se estima que afecta a aproximadamente el 5-10 % de los adultos colombianos y puede estar asociado con trastornos de ansiedad y estrés postraumático.
Narcolepsia: Aunque menos común, la narcolepsia puede afectar a un pequeño porcentaje de la población colombiana y se caracteriza por episodios repentinos y recurrentes de sueño durante el día, junto con cataplejía y otros síntomas relacionados.
Etapas de la enfermedad
Los trastornos del sueño pueden progresar con el tiempo si no se tratan adecuadamente, lo que puede tener un impacto negativo en la salud física y mental a largo plazo. De igual manera pueden progresar de manera diferente y presentar diversas etapas de la enfermedad:
Insomnio
Etapa temprana: Dificultad ocasional para conciliar el sueño o mantenerlo.
Etapa avanzada: Insomnio crónico que afecta significativamente la calidad de vida y el bienestar.
Síndrome de Piernas Inquietas
Etapa inicial: Sensaciones incómodas en las piernas durante la noche que interrumpen el sueño ocasionalmente.
Etapa avanzada: Síntomas más intensos y persistentes que afectan significativamente la calidad del sueño y el bienestar general.
Trastorno del sueño por turnos de trabajo
Etapa temprana: Dificultad para adaptarse a los horarios de trabajo cambiantes y alteraciones en el patrón de sueño.
Etapa avanzada: Fatiga crónica, somnolencia diurna excesiva y dificultad para mantener un horario de sueño regular.
Trastorno del Sueño REM
Etapa inicial: En esta etapa, pueden surgir síntomas leves, como movimientos corporales involuntarios durante el sueño REM y sueños vívidos y extraños.
Etapa avanzada: Con el tiempo, los síntomas pueden intensificarse, con episodios más frecuentes de despertar durante el sueño REM, parálisis del sueño y comportamientos anormales durante el sueño, como hablar o golpear.
Trastorno de Pesadillas
Etapa inicial: Las pesadillas ocasionales pueden ser parte normal de la experiencia humana, pero si se vuelven recurrentes y perturbadoras, pueden indicar un trastorno del sueño subyacente.
Etapa avanzada: En esta etapa, las pesadillas pueden interferir significativamente con la calidad del sueño y provocar ansiedad anticipatoria antes de acostarse.
Narcolepsia
Etapa inicial: Los primeros síntomas de la narcolepsia suelen aparecer en la adolescencia o en la adultez temprana. Los episodios de somnolencia diurna excesiva pueden ser leves y pasarse por alto inicialmente.
Etapa avanzada: A medida que la enfermedad progresa, pueden surgir otros síntomas característicos, como cataplejía (pérdida repentina de tono muscular durante la emoción), alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas y parálisis del sueño.
Factores de riesgo
Los trastornos del sueño no solo están influenciados por factores externos como el estilo de vida y el entorno, sino que también pueden estar estrechamente relacionados con diversas condiciones de salud mental:
Estilo de vida: El estrés, el consumo de alcohol y cafeína, y la falta de actividad física pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del sueño.
Condiciones médicas: Problemas de salud como la obesidad, la depresión y la diabetes pueden contribuir a la aparición de trastornos del sueño.
Genética: Algunos trastornos del sueño, como la narcolepsia, pueden tener un componente genético que aumenta el riesgo.
Ansiedad: La ansiedad crónica puede desencadenar o exacerbar trastornos del sueño como el insomnio y las pesadillas. Las preocupaciones constantes y los pensamientos intrusivos pueden dificultar conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche.
Depresión: La depresión y los trastornos del sueño tienen una relación bidireccional. La falta de sueño puede empeorar los síntomas depresivos, mientras que la depresión puede interferir con la calidad y cantidad de sueño. Los cambios en el ciclo del sueño, como despertarse temprano en la mañana o dormir en exceso, son comunes en personas con depresión.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Las personas que han experimentado traumas pueden desarrollar trastornos del sueño, como pesadillas recurrentes y dificultad para conciliar el sueño debido a la hiperactivación del sistema nervioso simpático. El sueño perturbado puede ser un síntoma persistente del TEPT y contribuir a la reexperimentación de los eventos traumáticos.
Trastorno afectivo bipolar: Los episodios de manía y depresión asociados con el trastorno bipolar pueden afectar significativamente el patrón de sueño. Durante la fase maníaca, las personas pueden experimentar insomnio debido a la excitación y la actividad excesiva, mientras que, durante la fase depresiva, pueden experimentar hipersomnia o somnolencia diurna excesiva.
Esquizofrenia: Las personas con esquizofrenia tienen un mayor riesgo de experimentar trastornos del sueño, incluidos problemas para conciliar el sueño, mantener el sueño y experimentar sueños vívidos y perturbadores.
Es importante reconocer que estos factores de riesgo pueden interactuar entre sí y contribuir a la complejidad de los trastornos del sueño en personas con patologías de salud mental. La evaluación integral y el manejo adecuado de estos factores por parte de un equipo médico multidisciplinario son fundamentales para abordar los trastornos del sueño. Si experimentas síntomas de trastornos del sueño junto con problemas de salud mental, busca ayuda profesional para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Prevención
La prevención de los trastornos del sueño desde la perspectiva de la salud mental implica adoptar hábitos y estrategias que promuevan un sueño reparador y la gestión adecuada del estrés.
Aquí hay algunas recomendaciones:
Promover la higiene del sueño: Establecer una rutina de sueño regular, irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Mantener un ambiente propicio para dormir, oscuro, tranquilo y a una temperatura adecuada.
Gestionar el estrés: El estrés crónico puede ser un desencadenante importante de los trastornos del sueño. Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda, el yoga o el mindfulness puede ayudar a reducir el estrés y promover un sueño más reparador.
Limitar la exposición a estímulos antes de dormir: Evitar el uso de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas o computadoras al menos una hora antes de acostarse, ya que la luz azul que emiten puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
Evitar el consumo de sustancias estimulantes: Limitar el consumo de cafeína y alcohol, especialmente en las horas previas al sueño, ya que pueden interferir con la calidad del mismo.
Fomentar el autocuidado: Promover actividades que fomenten el bienestar emocional y físico, como el ejercicio regular, una alimentación equilibrada, el tiempo de ocio y el contacto social, puede contribuir a mejorar la calidad del sueño.
Buscar ayuda profesional: Si los problemas de sueño persisten a pesar de seguir estas recomendaciones, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, para identificar y abordar las causas subyacentes del trastorno del sueño y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
Diagnóstico / Detección
El diagnóstico preciso de los trastornos del sueño es crucial para determinar el curso de tratamiento adecuado. Aquí están las principales formas de diagnóstico:
Historia clínica - Cuestionarios de evaluación del sueño: Tu médico puede pedirte que completes cuestionarios para evaluar la calidad de tu sueño y los síntomas que experimentas.
Estudios del sueño nocturno (Polisomnografía): Este estudio registra varias funciones corporales durante el sueño, como la actividad cerebral, la frecuencia cardíaca, el movimiento ocular y la respiración. Se realiza en un laboratorio especializado para evaluar la calidad y el patrón del sueño.
Pruebas de sueño en el hogar (Polisomnografía domiciliaria): Estas pruebas se realizan en casa y suelen centrarse en la detección de la apnea del sueño. Utilizan dispositivos portátiles para registrar la respiración, la saturación de oxígeno y otros parámetros mientras duermes.
Análisis de sangre y otros exámenes: En algunos casos, se pueden realizar análisis de sangre u otros exámenes para descartar condiciones médicas subyacentes que puedan estar contribuyendo a los trastornos del sueño.
Detección y cuándo consultar al médico
Si experimentas problemas persistentes de sueño que afectan tu calidad de vida y tu bienestar, es importante consultar a un médico. No ignores los signos de un sueño insuficiente o de mala calidad.
Tratamiento
El tratamiento de los trastornos del sueño puede variar según la causa profunda y la gravedad de los síntomas. Aquí están las formas más comunes de tratamiento:
Cambios en el estilo de vida: Adoptar hábitos de sueño saludables, como mantener un horario regular de sueño, crear un ambiente propicio para dormir y limitar el consumo de alcohol y cafeína.
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta terapia se centra en cambiar los pensamientos y comportamientos que pueden contribuir a los trastornos del sueño, como la rumiación y la preocupación excesiva por el sueño.
Medicamentos prescritos: Se pueden recetar medicamentos para tratar el insomnio, el síndrome de piernas inquietas y otros trastornos del sueño en casos específicos y bajo supervisión médica.
Cirugía: En casos graves y específicos de apnea del sueño obstructiva, la cirugía puede ser una opción para corregir anomalías estructurales que obstruyen las vías respiratorias durante el sueño.
Terapia de aceptación y compromiso (ACT): La ACT se centra en desarrollar habilidades de mindfulness y aceptación para enfrentar los síntomas de los trastornos del sueño y reducir el impacto negativo en la calidad de vida. Ayuda a las personas a aprender a aceptar sus pensamientos y emociones sin juzgar y a comprometerse con acciones que promuevan un sueño saludable.
Terapia de exposición y prevención de la pesadilla (PEP): La PEP es una forma específica de terapia que se centra en reducir la frecuencia e intensidad de las pesadillas recurrentes. Utiliza técnicas de exposición gradual a los elementos perturbadores de las pesadillas y enseña estrategias de afrontamiento para reducir la ansiedad asociada.
Entrenamiento en higiene del sueño: La educación sobre higiene del sueño es fundamental para mejorar la calidad y la duración del sueño. Se centra en establecer rutinas regulares de sueño, crear un ambiente propicio para dormir y evitar comportamientos que interfieran con el sueño, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
Manejo del estrés y la ansiedad: El estrés y la ansiedad pueden ser factores desencadenantes o contribuyentes de los trastornos del sueño. Las técnicas de relajación, la meditación y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés y promover un estado de calma antes de acostarse.
Tratamiento de condiciones de salud mental profundas: Si los trastornos del sueño están relacionados con condiciones de salud mental, como la ansiedad, la depresión o el estrés postraumático, es importante abordar estas condiciones de manera integral. El tratamiento farmacológico, la terapia individual o grupal y otras intervenciones pueden ser beneficiosas en el manejo global de la salud mental y el sueño.
Apoyo psicosocial: El apoyo de amigos, familiares y grupos de apoyo puede ser invaluable para aquellos que enfrentan trastornos del sueño. Compartir experiencias, recibir apoyo emocional y aprender de otros que están pasando por situaciones similares puede proporcionar una sensación de comunidad y esperanza.
Recuerda que el tratamiento adecuado dependerá de la evaluación de tu médico y tus necesidades individuales. Siempre consulta a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
El tratamiento integral de los trastornos del sueño puede requerir la colaboración de especialistas en medicina del sueño, psicólogos, psiquiatras, neurólogos y otros profesionales de la salud. En la Fundación Santa Fe de Bogotá se ofrecen diferentes opciones de tratamiento:
Línea de servicio de Salud mental: La Fundación Santa Fe de Bogotá se ha organizado estratégicamente por condiciones clínicas para la atención integral por líneas de servicio. Este es un sistema igualitario, oportuno y efectivo que beneficia directamente a los pacientes y sus familias. Los mejores resultados en el manejo de sus signos y síntomas se obtienen gracias a la experiencia, la innovación y la avanzada tecnología en salud y en servicios para la atención integral centrada en las personas.
Línea de contacto: 3213233157
Equipo de enfermería: La Dirección de Enfermería de la Fundación Santa Fe de Bogotá está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y control de los signos y síntomas. El equipo de Enfermería ofrece también una atención amable, participativa y entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud.
Salud mental: Los psiquiatras, psicólogos y neuropsicólogos de la Fundación Santa Fe de Bogotá atienden a pacientes en los ámbitos de urgencias, hospitalización y consulta externa. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con enfermedades médicas que además tengan afectaciones de su salud mental.
Educación al paciente y su familia: La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. Su objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades del paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y el cumplimiento de sus tratamientos médicos, a fin de obtener los mejores resultados.