Cáncer Cuello Uterino
Atención integral de especialistas y tecnología de calidad para pacientes que buscan prevenir o tratar el cáncer de cuello uterino.
El cáncer de cuello uterino se forma en los tejidos del canal que conecta el útero con la vagina, conocido como cérvix o cuello del útero.
Algunas de las posibles causas del cáncer de cuello uterino son las prácticas sexuales sin protección o sin condón. Otras causas son el inicio de las relaciones sexuales a temprana edad y tener múltiples parejas sexuales a lo largo de la vida.
También se consideran como factores de riesgo fumar o estar expuesta al humo de cigarrillo, tener malos hábitos de alimentación, tener embarazos múltiples y padecer infecciones de transmisión sexual.
En su estado inicial, el cáncer de cuello uterino no presenta síntomas, pero puede manifestarse con la aparición de lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH), como verrugas y cambios en el tejido del cuello del útero.
Cuando está más avanzado, es probable que el cáncer de cuello uterino cause sangrado vaginal anormal, secreción vaginal inusual, sensación de mal olor y dolor durante las relaciones sexuales.
A pesar de que estos síntomas no son exclusivos del cáncer de cuello uterino, si llegan a presentarse es importante consultar con el médico tratante.
¿Cómo se diagnostica y se previene el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres más frecuentes en las mujeres en Colombia. Por eso es fundamental que las mujeres se realicen pruebas para detectar lesiones precancerosas, cambios en la forma de las células o presencia de células cancerosas en la vagina.
Entre los exámenes que se realizan están:
- La inspección visual con ácido acético y lugol. Con la aplicación de estas sustancias, el especialista puede observar (por cambios en la coloración del tejido) si hay presencia de células anormales. Este examen se realiza a mujeres entre 30 y 50 años de edad. Este estudio se realiza únicamente cuando no se tiene la posibilidad de hacer más pruebas.
- Prueba de ADN-VPH: consiste en detectar el ADN de los virus del papiloma humano de alto riesgo. Cuando los resultados son negativos, todas las mujeres entre 30 y 65 años deben realizarse esta prueba por lo menos una vez cada cinco años. Las mujeres entre los 51 y los 65 años deberían practicarse estas pruebas según su disponibilidad.
- Citología: este análisis microscópico de las células del cuello uterino es un examen recomendable para todas las mujeres. En el caso de las mujeres menores de 25 años que iniciaron su vida sexual antes de los 15 años, tienen tres o más hijos, o han tenido varios compañeros sexuales, se recomienda realizarla, como mínimo, una vez cada tres años, siempre y cuando los resultados sean negativos.
Por su parte, las mujeres entre 30 y 65 años deberán realizarse la citología y la prueba ADN-VPH una vez al año.
Cuando hay sospechas de cáncer de cuello uterino, es importante realizarse los siguientes estudios:
- Colposcopia cervicouterina: la toma de esta prueba es similar a la citología, con la diferencia de que el médico especialista observará el cuello del útero con un espéculo y realizará el tratamiento mediante la cauterización o la toma de una muestra del tejido lesionado. Este procedimiento debe realizarse en el menor tiempo posible, a partir del reporte de la citología y la indicación del profesional de salud que se encarga del seguimiento.
- Biopsia cervicouterina: si lo ameritan los hallazgos de las pruebas regulares de control (como la citología), se debe hacer este examen complementario que se realizará por medio de una colposcopia.
Según la etapa de la enfermedad, los profesionales de la Fundación Santa Fe de Bogotá determinarán el tratamiento y las posibilidades de recuperación de cada paciente diagnosticada con cáncer de cérvix o cuello uterino.
Etapas de la enfermedad
- Precáncer o etapa 0: cuando las lesiones o los tumores están ubicados en el tejido más superficial del cuello uterino, las pacientes tienen muchas posibilidades de tratarse y recuperarse.
- Etapa I: las lesiones en el cuello uterino se extienden por todo el tejido superficial o mucosa, pero sin llegar al útero o a otros tejidos cercanos.
- Etapa II: las lesiones se extienden a otros tejidos, incluso la parte superior de la vagina.
- Etapa III: las lesiones se expanden a la parte inferior de la vagina y llegan a otros tejidos cercanos al útero.
- Etapa IV: las lesiones o los tumores llegan a órganos como la vejiga, el recto u otros más distantes al útero. Esta extensión de las lesiones se conoce como metástasis o cáncer metastásico.
Alternativas de tratamiento en la Fundación Santa Fe de Bogotá
- H3 Cirugía: procedimiento quirúrgico para retirar (tanto en extensión como en profundidad) el tejido afectado por el cáncer.
- H3 Conización: realización de un corte en forma de cono para extraer el tejido afectado. Posteriormente, el tejido se envía a estudios de patología.
- H3 Histerectomía total: extracción completa del útero y del cuello del útero, por cirugía abierta, laparoscópica o vaginal.
- H3 Histerectomía radical: extracción del útero, los ligamentos que sostienen el útero y una porción de la vagina. En algunos casos se retiran los ganglios linfáticos de la pelvis, los ovarios y las trompas de Falopio. Esto dependerá de las condiciones de la paciente y del criterio médico.
- H3 Traquelectomía: extracción del cuello del útero y colocación de una banda que simula el cuello. Este procedimiento solo se realiza en mujeres con lesiones menores a 2 cm y que no han alcanzado el número de embarazos deseados.
- H3 Radioterapia externa: radiación externa de cobalto (un material radioactivo) en la región pélvica de la mujer. Este tratamiento tiene el objetivo de destruir o controlar el crecimiento de las células cancerosas.
- H3 Braquiterapia o radiación interna: se realiza por medio de un material radioactivo que tendrá contacto directo con el cuello uterino. Es un complemento de la radioterapia.
- H3 Quimioterapia: administración de medicamentos (de forma intravenosa o por vía oral) con el fin de destruir y detener el crecimiento de las células cancerosas.
- Equipo interdisciplinar
La Fundación Santa Fe de Bogotá tiene un equipo de profesionales en la salud que trata, cuida y asiste a las pacientes con cáncer de cuello uterino. Ofrece experiencia, tecnología de calidad, diagnósticos confiables y opciones de tratamiento especiales para cada paciente.
Para garantizar una mejor calidad de vida, se dispone de espacios para la rehabilitación y la recuperación. También se brinda acceso al programa de cuidados paliativos a aquellas pacientes que requieren un manejo integral del dolor y acompañamiento en la etapa final de su vida.
- Equipo de Enfermería:
La Dirección de Enfermería de la Fundación Santa Fe de Bogotá está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y el control de los signos y síntomas de la enfermedad. El Equipo de Enfermería ofrece una atención amable, participativa y que entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud
- Clínica de dolor y cuidado paliativo:
Los pacientes con cáncer deben disfrutar de bienestar y tranquilidad. Por esto se cuenta con un equipo especializado e interdisciplinar para el manejo integral del dolor mediante terapias que pueden requerir o no medicamentos, con monitoreo constante y atención oportuna.
- Centro de rehabilitación física:
El equipo especializado en rehabilitación cuenta con expertos en fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional que atienden los casos que así lo necesitan, con el objetivo de apoyar su proceso de mejoría.
- Salud mental (psico-oncología):
Los psiquiatras y psicólogos de la Fundación Santa Fe de Bogotá atienden permanentemente a las pacientes de oncología. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con afectaciones de su salud mental.
- Equipo de nutrición:
El equipo de nutrición y dietética está formado por nutricionistas que acompañan, valoran y monitorean las condiciones nutricionales de los pacientes, por medio de pruebas para identificar y tratar los riesgos asociados al exceso o a las deficiencias de peso.
- Educación a la paciente y su familia:
La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. El objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades de la paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y en el cumplimiento de sus tratamientos médicos.
Actividad física
Las personas diagnosticadas deben mantener un nivel adecuado de actividad física, de acuerdo con su capacidad y resistencia. Para esto, se recomienda establecer rutinas frecuentes de ejercicio, aproximadamente cinco días a la semana, sin llegar al cansancio extremo.
La actividad física produce mejores respuestas del cuerpo y de la enfermedad, reduce los oxidantes, disminuye la inflamación y fortalece los músculos, beneficios que pueden ayudar a manejar el dolor.
Tener espacios para el fortalecimiento de la salud mental
El estado de ánimo y la salud mental también deben ser prioritarios para obtener una mejor respuesta a los tratamientos y un mejor manejo de las emociones. Para esto, la paciente debe realizar actividades de entretenimiento que le permitan salir de la rutina y compartir con sus seres queridos.
Se recomiendan actividades como la escritura (para expresar lo que siente) demostrar agradecimiento y tener espacios para la espiritualidad.
Nutrición
La nutrición tiene un papel fundamental en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. Por ello se deben considerar estos consejos:
- Escoger un mismo plato para aprender a controlar las porciones que se consumen a diario.
- Hacer que la mitad de las porciones del plato tengan frutas y verduras.
- Incluir proteína sin grasa, como pescado, preferiblemente cocido, pollo sin piel o leguminosas.
- Evitar los embutidos.
- Tomar agua para facilitar la hidratación y el buen funcionamiento de varios órganos del cuerpo.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas, como las gaseosas.
- Evitar la ingesta de alimentos crudos como mariscos, pescados, carnes, quesos madurados, entre otros.
El tratamiento del cáncer puede causar síntomas como laceración de las mucosas o mucositis, náuseas, vómito, diarrea y colitis, que pueden afectar los deseos de comer o dificultar la retención de los alimentos. En estos casos, las pacientes deben comunicarse con el médico tratante, hidratarse y consumir los alimentos que se toleren para evitar posibles complicaciones, como la deshidratación.
Descanso y sueño adecuados
El descanso y el sueño favorecen la recuperación integral de la energía, la salud, la memoria y la atención. Por ello es muy importante dormir durante períodos adecuados, con horas fijas de sueño.
Para tener una adecuada calidad del sueño, se recomienda mantener una rutina de ejercicio matutina y evitar, antes de dormir, ver pantallas de televisores, tabletas o celulares.
Los tiempos de siesta también son valiosos, especialmente en horas de la tarde, antes de las 3:00 p.m., y máximo durante veinte minutos. Esto tiene un efecto reparador y beneficia la memoria y la capacidad creativa.
¿Todas las personas que se realizan una citología requieren una biopsia?
No. Solo las pacientes en las que se encuentre una lesión visible y si el resultado de la citología indica que es necesario.
¿Es verdad que después de la toma de la citología no es necesario ir por el resultado?
En todos los casos es necesario reclamar el resultado y asistir a la cita con el médico.
Si ya me vacuné contra el VPH, ¿es necesario realizarme una citología?
Sí. A pesar de tener el esquema de vacunación completo, es necesario continuar realizándose la citología, de acuerdo con la edad, los factores de riesgo y la recomendación médica.