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Información para padres sobre fumar o vapear
¿Qué hacer si mi hijo fuma o vapea?
Riesgo de consumo de cigarrillo en niños y adolescentes, ¿Cómo prevenirlo?
"Fumar y "vapear" en niños, niñas y adolescentes: Estudios recientes realizados en Colombia muestran que la edad de inicio del consumo de productos derivados del tabaco en este grupo demográfico es cada vez más temprana. Esto se asocia con diversas circunstancias, como el consumo de cigarrillos por parte de sus padres o cuidadores, así como el aumento en el uso de dispositivos "novedosos" como los cigarrillos electrónicos, que son fácilmente accesibles y atractivos en su presentación.
Políticas antitabaco: A nivel mundial, las políticas antitabaco han aumentado y logrado importantes avances en la regulación de la edad de consumo, el aumento de los impuestos para hacer más costosa la compra de cigarrillos y vapeadores, y la presencia de etiquetados con información sobre los efectos nocivos para la salud. Estas medidas se complementan con la implementación de espacios libres de humo y vapores derivados del tabaco.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha recomendado en los últimos años aumentar la edad legal para comprar cigarrillos hasta los 21 años, dado que el cerebro de los adolescentes es más susceptible a la adicción a la nicotina.
Factores que aumentan la probabilidad de consumo de tabaco en menores y adolescentes incluyen el consumo dentro del hogar por parte de padres, familiares o amigos, la falta de comunicación con los padres sobre estos temas, precios bajos y acceso fácil a los cigarrillos, bajo rendimiento académico, afectaciones emocionales, exposición a publicidad que promueve el tabaco, la negación por parte de los padres o familiares de los daños causados por estos productos, y la presión para adoptar comportamientos de adultos que puede llevar al consumo de tabaco.
El papel de la familia en el proceso de adicción: La familia desempeña un papel fundamental en el consumo de sustancias adictivas, como la nicotina del tabaco, ya que puede actuar como un factor protector o de riesgo. Por lo tanto, es crucial que la familia sea la principal fuente de información y educación para que los niños, niñas y adolescentes puedan reconocer los riesgos del consumo de productos derivados del tabaco y los efectos en la salud de las personas y sus seres queridos.
La familia puede ayudar a los adolescentes a adoptar cuidados y hábitos que les permitan tomar decisiones efectivas frente a los factores de riesgo relacionados con el consumo de sustancias adictivas durante esta etapa de sus vidas. Por otro lado, las familias que tienen hábitos diarios de consumo de cigarrillos y/o otros dispositivos como los "vapeadores" aumentan el riesgo de consumo entre sus hijos debido al ejemplo parental, la imitación de conductas y la percepción errónea del riesgo.
Para aumentar el conocimiento y promover conductas protectoras en el contexto de la exposición al humo del tabaco, es necesario brindar educación y conciencia a padres, docentes, familias y cuidadores. Esto fortalecerá el proceso de conocimiento y replicación para reducir la exposición y el riesgo de consumo, fomentando acciones que promuevan la información dentro de la familia, entre amigos y en la comunidad.
Efectos del consumo en niños, niñas y adolescentes: La exposición de los niños y niñas al humo del cigarrillo puede provocar graves afectaciones desde el momento de la gestación, alterando la formación del feto y disminuyendo la irrigación sanguínea hacia la placenta, entre otras consecuencias. Además, los niños expuestos al humo del cigarrillo durante la gestación tienen una mayor incidencia de enfermedades respiratorias y cardíacas en comparación con aquellos que no fueron expuestos.
Recomendaciones para padres y educadores:
Los padres, educadores, cuidadores, amigos y la comunidad en general tienen un papel importante para proteger a niños, niñas y adolescentes de los riesgos del consumo de productos derivados del tabaco como el cigarrillo y los vadeadores. A veces, es difícil saber qué hacer para evitar que inicien a fumar o vapear y mucho más difícil ayudarlos a dejar de hacerlo. Involucrarse con los jóvenes y empezar una conversación es un buen inicio. A continuación, algunas sugerencias:
Los padres pueden:
Educar con el ejemplo al no consumir tabaco.
Garantizar que sus hijos se encuentren en ambientes libres de humo de segunda mano y aerosoles.
Conversar de manera clara, sencilla y empática con sus hijos sobre por qué fumar o vapear es dañino para la salud a corto y largo plazo. Nunca es demasiado tarde para tener esa conversación.
Hacerles saber a sus hijos que deben mantenerse alejados de todos los productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, enseñándoles la importancia de decir “no gracias, yo no fumo ni vapeo”
Buscar ayuda con un profesional que pueda ayudar a su hijo con estrategias efectivas para dejar de fumar o vapear.
Los educadores apoyan a los estudiantes de manera importante brindando información sobre temas de salud y estilos de vida saludable. Ellos pueden ayudar a sus estudiantes a:
Fortalecer destrezas para afrontar el estrés, la ansiedad y la depresión.
Reconocer cuando se presenta presión social para fumar o vapear y cómo resistirse a ella.
Entender los riesgos y consecuencias que tiene el fumar o “vapear”.
Motivar a los estudiantes a que busquen ayuda con el personal de salud del colegio para dejar de fumar o “vapear”.
Empoderar a los estudiantes para que ejerzan su liderazgo en estrategias de prevención dirigidas a su comunidad educativa y social.
Las familias son uno de los focos principales en el ejercicio del consumo, ya que pueden contribuir como un factor protector o un factor de riesgo, debido a que la información y la educación que le permita a los niños, niñas y adolescentes reconocer el riesgo al consumo de tabaco y los efectos generados en la salud de las personas y sus convivientes.
Les ayuda a la incorporación de cuidados y hábitos que los puedan ayudar a tomar decisiones efectivas para saber responder frente a los factores que pueden experimentar durante esta fase de su ciclo vital. Por otro lado, las familias que han incorporado el consumo de tabaco y/o otros tipo de sustancias, aumentan el riesgo de consumo, dado el ejemplo parental, la imitación de conductas, la sobrevaloración del riesgo, es decir considerar que el consumo no representa ningún riesgo o el simple hecho de disponer de los cigarrillos dentro de la casa o los lugares en los que habitan los niños, niñas y adolescentes.
Dentro del contexto de la exposición al humo del cigarrillo, se hace necesario generar educación y conciencia en los padres, docentes, familias y cuidadores, los cuales permiten afianzar el proceso de conocimiento y réplica, para favorecer y disminuir la exposición y el riesgo de consumo, favoreciendo acciones que permitan promover información al interior de su familia, amigos y comunidad. Esto permite aumentar el conocimiento y la apropiación de conductas protectoras.
La exposición de los niños y niñas al humo del cigarrillo, puede ocasionar serías afectaciones desde el momento mismo de la gestación, en donde el humo puede generar alteraciones en la formación del feto, disminución en la irrigación sanguínea que recibe la placenta, entre otras afectaciones.
Por otro lado, la salud de los niños que fueron expuestos al humo de cigarrillo, durante la gestación, en su vida extrauterina, pueden presentar enfermedades respiratorias y cardiacas, más recurrentes que en aquellos que no fueron expuestos.
Recomendaciones para padres, para evitar el consumo de cigarrillo por parte de sus hijos(as).
Dentro de las acciones que padres, cuidadores, amigos, docentes y la comunidad en general deben tener en cuenta para disminuir el consumo de cigarrillo en niños, niñas y adolescentes son:
Finalmente, es importante reconocer que ningún tipo de dispositivo es seguro para el consumo de niños(as) o adolescentes. Por lo tanto, el cigarrillo o los dispositivos electrónicos generan ciertas afectaciones en la vida de las personas y en particular la de los más jóvenes. Un estudio en el 2020, identificó que después de la pandemia, 1 de cada 5 jóvenes del fin de secundaria consumía cigarrillo electrónico y 1 década 20 de básica secundaria.
Es importante que pueda estar muy bien informado de las tendencias y actividades que se hacen atractivas para el consumo de los más jóvenes.
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