Cáncer de Páncreas
El cáncer de páncreas o cáncer exocrino es una enfermedad que se genera cuando aparecen células malignas en los tejidos de este órgano.
El páncreas está localizado en el abdomen y produce los jugos pancreáticos que contienen enzimas que ayudan a la digestión, y elabora hormonas importantes, incluyendo la insulina.
Algunos de los factores de riesgo del cáncer de páncreas están relacionados con el estilo de vida del paciente, como el consumo de cigarrillo, la obesidad, la diabetes, la exposición a químicos sin protección y la pancreatitis crónica. Sin embargo, el riesgo puede disminuir cuando se controlan o evitan dichas condiciones.
Por su parte, existen otros factores que no se pueden modificar y que podrían incrementar el riesgo de la enfermedad, como son la edad, el género (mayor en hombres que en mujeres), la raza (por ejemplo, personas de raza negra), síndromes genéticos hereditarios y antecedentes familiares:
- Ser mayor de 45 años, con una afectación genética o historial médico que aumente el riesgo de cáncer.
- Tener al menos dos parientes cercanos diagnosticados con cáncer pancreático, como padres con antecedentes de esta enfermedad que tengan adenocarcinoma y que consuman regularmente tabaco o alcohol.
En la etapa inicial del cáncer de páncreas no se presentan síntomas. No obstante, cuando la enfermedad está más avanzada pueden presentarse signos que no necesariamente se relacionan con el cáncer, pero que sí son consecuencia de un mal funcionamiento gastrointestinal, entre ellos están:
- Tono amarillo en la piel (ictericia): Se genera debido a la acumulación de bilirrubinas que son producidas por el hígado y derivadas de la bilis, que es la sustancia que se encarga de la desintegración de las grasas.
Los cánceres que aparecen en la parte superior del páncreas pueden llegar a generar presión en el conducto biliar o expandirse hacia otros órganos y afectan de manera inicial el hígado, lo que puede producir un color amarillo en la piel y los ojos, así como desencadenar síntomas como orina oscura, comezón y heces fecales blancas, grisáceas o grasosas.
Se debe tener en cuenta que la ictericia no siempre está relacionada con el cáncer pancreático, por lo que es importante acudir al médico para descartar hepatitis y cálculos biliares.
- Dolor de espalda o de abdomen: Cuando los tumores de páncreas se encuentran en la cola del órgano, pueden tener un crecimiento significativo y producir dolor en la espalda o en la zona izquierda del abdomen. También se pueden presentar en los órganos y nervios cercanos, por lo que es muy importante realizar un buen examen físico.
- Náuseas o vómito: Se relaciona con la presión o bloqueo en la zona del estómago, que disminuye la capacidad de vaciamiento completo de este.
- Pérdida de peso: La pérdida de peso significativa en corto tiempo debe alertar sobre este tipo de cáncer, por lo que se debe asistir a control médico.
- Coágulos de sangre: En algunas oportunidades, las personas con cáncer pancreático pueden presentar coágulos en venas grandes o profundas, sobre todo en las que se ubican en las piernas. Esto puede desencadenar una trombosis venosa profunda que puede producir dolor, inflamación y enrojecimiento de la zona afectada.
- Diabetes: La presencia de un tumor pancreático suele producir un daño importante en las células, así como alteraciones en su adecuado funcionamiento, que pueden desencadenar síntomas asociados con la diabetes.
El cáncer de páncreas no es fácil de diagnosticar, ya que los síntomas no son notables en sus etapas iniciales y pueden confundirse con los de otras enfermedades.
Debido a la posición del páncreas, justo detrás del estómago, intestino e hígado, algunas lesiones pueden llegar a ocultarse.
Las pruebas que se realizan para descartar o confirmar la enfermedad son:
- Examen físico: Es uno de los elementos clave para la valoración del páncreas, ya que permite una exploración completa del paciente, junto a la posibilidad de reconocer la existencia de síntomas relacionados con el cáncer.
- Antecedentes: Los antecedentes familiares y la presencia de algunos factores asociados en cada persona pueden aumentar la probabilidad de padecer cáncer. Por ello es indispensable realizar una muy buena entrevista al paciente para conocer su historial.
- Exámenes de laboratorio: Además de las funciones y la posición del páncreas dentro de la cavidad del abdomen, la probabilidad de presentar algún tipo de alteración metabólica puede llegar a generar alteraciones detectables en la sangre como la bilirrubina y la glucosa (mediante la glicemia). También es posible investigar la presencia de antígenos cancerosos que puedan sugerir la probabilidad o presencia de cáncer.
- Imágenes diagnósticas:
- Resonancia magnética.
- Tomografía axial computarizada.
- Tomografía por emisión de positrones.
- Ecografía total de abdomen.
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, que es una combinación de endoscopia gastrointestinal del tracto superior y estudio radiográfico.
- Laparoscopia.
- Colangiografía transhepática percutánea, que consiste en un examen con rayos X de los conductos del hígado y la parte inicial del intestino.
- Biopsia.
Conforme a los antecedentes y hallazgos en los exámenes, el médico tratante determinará los pasos a seguir.
Antes de conocer las probabilidades u opciones de tratamiento, es importante conocer que el cáncer de páncreas se clasifica en etapas que ayudan a determinar los pasos a seguir.
Etapas
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Etapa 0 (carcinoma in situ).
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Etapa I, 3. estadio II.
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Estadio III.
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Estadio IV.
Clasificaciones para el tratamiento:
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Cáncer de páncreas resecable. Con posibilidades de extracción quirúrgica del tumor.
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Cáncer de páncreas resecable con limitaciones.
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Cáncer de páncreas avanzado.
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Cáncer de páncreas metastásico.
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Cáncer de páncreas residual o cáncer que regresa.
Dependiendo de los hallazgos en el tumor, las afectaciones estructurales del páncreas y las condiciones de salud del paciente, la Fundación Santa Fe de Bogotá considerará si se realiza o no cirugía.
En los casos en los que se presente metástasis o haya una presencia del cáncer en otros tejidos u órganos deberán realizarse algunos tratamientos complementarios, como quimioterapia, radioterapia, terapia de quimiorradiación y terapia dirigida.
Las cirugías para tratar el cáncer de páncreas son de varias clases y dependen de la extensión o el lugar donde se encuentra la lesión. Algunas de ellas son:
- Cirugía whipple: consiste en el retiro de la cabeza del páncreas, la vesícula, parte del estómago, parte del intestino delgado y el conducto biliar. En esta cirugía solo se conserva una parte del páncreas para compensar la producción de insulina y jugos gástricos.
- Pancreatectomía total: es cuando se retiran completamente el páncreas, los ganglios linfáticos, el conducto y la vesícula biliar.
- Pancreatectomía distal: en este procedimiento se retira el cuerpo, la cola del páncreas y el bazo, si existe diseminación a este órgano.
En algunos casos, la cirugía no es una alternativa de tratamiento efectiva para el control del cáncer de páncreas, pero sí puede resultar como un tratamiento paliativo que mejora algunos síntomas y la calidad de vida de los pacientes.
- Línea de servicio de cáncer de páncreas:
La Fundación Santa Fe de Bogotá se ha organizado estratégicamente por condiciones clínicas, para la atención integral por líneas de servicio. Este es un sistema igualitario, oportuno y efectivo que beneficia directamente a los pacientes y sus familias. Los mejores resultados en el manejo de sus signos y síntomas se obtienen gracias a la experiencia, la innovación y la avanzada tecnología en salud y en servicios para la atención integral centrada en las personas.
- Equipo de Enfermería:
La Dirección de Enfermería de la Fundación Santa Fe de Bogotá está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y control de los signos y síntomas de la enfermedad. El equipo de Enfermería ofrece también una atención amable, participativa y entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud.
- Clínica de dolor y cuidado paliativo:
Los pacientes con cáncer deben disfrutar de bienestar y tranquilidad. Por esto se cuenta con un equipo especializado e interdisciplinario para el manejo integral del dolor mediante terapias que pueden requerir o no de medicamentos, con un monitoreo constante y atención oportuna.
- Centro de rehabilitación física:
El equipo especializado en rehabilitación cuenta con expertos en fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional que atienden los casos que así lo necesitan, con el objetivo de apoyar su proceso de mejoría.
- Salud mental (psico-oncología):
Los psiquiatras y psicólogos de la Fundación Santa Fe de Bogotá atienden permanentemente a los pacientes de oncología. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con afectaciones de su salud mental.
- Equipo de nutrición:
El equipo de nutrición y dietética está conformado por nutricionistas que acompañan, valoran y monitorean las condiciones nutricionales de los pacientes, por medio de pruebas para identificar y tratar los riesgos asociados al exceso o deficiencias de peso.
- Educación al paciente y su familia:
La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. Su objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades del paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y el cumplimiento de sus tratamientos médicos, a fin de obtener los mejores resultados.
Actividad física
Las personas diagnosticadas deben mantener un nivel adecuado de actividad física, de acuerdo con su capacidad y resistencia. Para esto se recomienda establecer rutinas frecuentes de ejercicio, aproximadamente cinco días a la semana, sin llegar al cansancio extremo.
La actividad física produce mejores respuestas del cuerpo y de la enfermedad, disminuye la inflamación y fortalece los músculos, lo que puede ayudar a manejar el dolor.
Tener espacios para el fortalecimiento de la salud mental
El estado de ánimo y la salud mental también deben ser prioritarios para obtener mejor respuesta a los tratamientos y manejar las emociones. Para esto, el paciente debe realizar actividades de entretenimiento que le permitan salir de la rutina y compartir con sus seres queridos.
Se recomiendan actividades como la escritura (para expresar lo que siente), demostrar agradecimiento y crear espacios para la espiritualidad.
Nutrición
La nutrición tiene un papel fundamental en la prevención y tratamiento de la enfermedad. Por ello se deben considerar estos consejos:
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Escoger un mismo plato para aprender a controlar las porciones que se consumen a diario.
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Hacer que la mitad de las porciones del plato tengan frutas y verduras.
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Incluir proteína sin grasa, como pescado (cocido), pollo sin piel o leguminosas.
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Evitar los embutidos.
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Tomar agua para facilitar la hidratación y el buen funcionamiento de varios órganos del cuerpo.
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Evitar el consumo de bebidas azucaradas, como las gaseosas.
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Evitar la ingesta de alimentos crudos como mariscos, pescados, carnes, quesos madurados, entre otros.
Durante los tratamientos del cáncer se pueden presentar síntomas como lesión de las mucosas o mucositis, náuseas, vómito, diarrea y colitis, que pueden disminuir el apetito o dificultar la retención de los alimentos. En este caso, los pacientes deben comunicarse con el médico tratante, hidratarse y consumir los alimentos que se toleren, para evitar posibles complicaciones como la deshidratación.
Descanso y sueño adecuados
El descanso y el sueño favorecen la recuperación integral de la energía, la salud, la memoria y la atención. De allí que sea muy importante dormir durante períodos adecuados, con horas fijas de sueño.
Para tener una adecuada calidad del sueño, se recomienda mantener una rutina de ejercicio matutina y evitar, antes de dormir, la exposición a pantallas como televisores, tabletas o celulares.
Los tiempos de siesta también son valiosos, especialmente en horas de la tarde, antes de las 3:00 p.m., y máximo durante 20 minutos. Esto tiene un efecto reparador y beneficia la memoria y la capacidad creativa.
- ¿Una persona podría vivir sin páncreas?
Sí, es posible, pero deberá suplir algunas de sus funciones, como la producción de insulina de forma permanente.
- ¿Se puede tener cáncer de páncreas a cualquier edad?
Sí, los pacientes que se ven afectados con mayor frecuencia son las personas adultas, pero los niños y niñas pueden llegar a presentar cuatro tipos diferentes de cáncer de páncreas: tumor pseudopapilar sólido de páncreas, pancreatoblastoma, tumores de células de los islotes y carcinoma de páncreas.
- ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de páncreas?
Esta enfermedad no tiene síntomas distintivos o específicos, ya que el páncreas se encuentra dentro del abdomen junto a varios órganos como el hígado, el estómago, la vesícula biliar, el conducto biliar, los intestinos, entre otros, por lo que podría llegar a confundirse con otras molestias.