Los síntomas de una hernia pueden variar según su tipo y ubicación, pero los más comunes incluyen:
• Un bulto visible o una protuberancia en la zona afectada, como el abdomen o la ingle.
• Dolor o incomodidad, especialmente al levantar objetos pesados, toser o realizar esfuerzos.
• Sensación de presión en la zona afectada.
• En algunos casos, puede haber ardor, dolor o distensión abdominal.
Si la hernia se vuelve más dolorosa o el bulto se vuelve irreductible (no se puede empujar hacia adentro), esto podría indicar una complicación y debe buscarse atención médica inmediata.
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