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¿Cómo adaptar su hogar y rutina si vive con una enfermedad respiratoria?

¿Por qué es importante adaptar el hogar?

Si vives con una enfermedad respiratoria como EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica), asma, fibrosis pulmonar o secuelas de una infección respiratoria, tu hogar puede ayudarte a respirar mejor o, por el contrario, empeorar tus síntomas si no está bien adaptado. Hacer algunos ajustes simples en los espacios, rutinas y actividades del día a día puede mejorar tu calidad de vida, evitar crisis y ayudarte a conservar energía para lo que realmente importa. 

¿Qué cosas puedes cambiar para sentirte mejor? 

  • Abre las ventanas en tu casa (airea tu hogar) todos los días, al menos 15 minutos por la mañana, para que entre aire fresco. 

  • Elimina alfombras, peluches o cortinas pesadas que acumulen polvo. 

  • Usa cobijas y sábanas hipo alergénicas (que no te produzcan alergias), especialmente en tu cama. 

  • No uses ambientadores, incienso o productos con olores fuertes. 

  • Limpia con paños húmedos para no levantar polvo. 

  • Evita el humo del cigarrillo, leña o cocina sin ventilación. 

  • Si usas oxígeno, ten un lugar seguro y ordenado para el equipo. 

¿Cómo organizar tus actividades diarias? 

  • Divide las tareas del hogar en partes pequeñas, con pausas entre cada una. 

  • Haz lo más importante en la mañana, cuando tengas más energía. 

  • Usa sillas o bancos altos para cocinar o bañarte sin agacharte mucho. 

  • Camina dentro de casa unos pocos minutos en la mañana o en la tarde. 

  • Haz ejercicios respiratorios en horarios fijos, como parte de tu rutina. 

  • Mantén tus medicamentos a la mano y bien organizados. 

¿Qué espacios debes adaptar? 

  • Dormitorio: Idealmente debe ser fresco, ventilado, con acceso fácil a medicamentos y oxígeno si lo usas. 

  • Baño: Utiliza agarraderas si hay riesgo de caídas. Mantén el lugar seco y ventilado. 

  • Cocina: Se sugiere utilizar utensilios ligeros, cocinar sentada/o si te cansas. Ventilar bien al cocinar. 

  • Escaleras: Si tienes varios pisos, considera vivir en el primer piso o subir de manera pausada las las escaleras. 

¿Qué profesionales pueden ayudarte? 

  • El Neumólogo: te indica si necesitas oxígeno, algún manejo farmacológico o si tienes algún tipo de restricción. 

  • El Terapeuta respiratorio: te enseña rutinas y movimientos seguros. 

  •  El terapeuta ocupacional: te guía para adaptar mejor los espacios según tus necesidades. 

¿Cómo empezar sin complicarse?

Haz un cambio a la vez. Empieza por ventilar bien, eliminar el polvo y hacer una lista de lo que puedes reorganizar. Cada pequeño cambio cuenta. Pide ayuda si lo necesitas y date el permiso de hacer las cosas a tu ritmo. Respirar mejor también empieza por vivir mejor. 

¿Qué recomendaciones puedes tener en cuenta según tu edad o situación? 

  • Adultos mayores: Pueden necesitar más descansos, apoyo para caminar (bastones, sillas con ruedas), y ayuda para bañarse o vestirse. Es importante que el baño y la habitación estén adaptados para evitar caídas. Evita tapetes sueltos y pon buena iluminación. 

  • Niños con enfermedad respiratoria: Deben vivir en un ambiente libre de humo y polvo. Evita peluches, cortinas pesadas o juguetes que acumulen pequeños microorganismos llamados ácaros. Asegúrate de que tomen sus medicamentos a la hora y que estén activos con juegos suaves. Enséñales a respirar profundo y a toser bien. 

  • Adultos en edad productiva: Deben equilibrar trabajo, descanso y ejercicios. Si trabajas desde casa, adapta un espacio con buena ventilación. Haz pausas activas para moverte y respirar profundo. Planifica tus días según tus niveles de energía. 

¿Y si hay mascotas en casa? 

Si tienes perros o gatos y sufres de una enfermedad respiratoria, puedes convivir con ellos si tomas algunas precauciones: 

  • No dejes que duerman en tu cama. 

  • Cepíllalos y báñalos con frecuencia (idealmente en exteriores). 

  • Limpia el pelo del suelo o muebles con paños húmedos. 

  • Ventila bien los espacios. 

  • Lávate las manos después de acariciarlos. 

Si notas que te da tos, estornudos o dificultad al respirar cuando están cerca, consulta al médico para descartar alergias. 

Actividades del día a día que puedes adaptar

  • Al levantarte: haz 3 respiraciones profundas sentado en la cama antes de empezar el día. 

  • Al bañarte: usa agua tibia (no caliente), abre la puerta del baño o prende el extractor, si tienes. 

  • Al cocinar: si te cansas, podrías cocinar sentado/a. Usa ollas livianas y corta los alimentos con pausas. 

  • Durante el día: alterna momentos de actividad con descanso. No hagas varias tareas al tiempo. 

  • En la tarde: haz ejercicios respiratorios o una caminata suave dentro de casa. 

  • Antes de dormir: Duerme semisentado si tienes tos nocturna. 

  • Medicamentos y oxígeno: mantenlos en un lugar visible y ordenado. Lleva un registro diario si es posible. 

¿Cómo saber si tu casa está ayudando o afectando tu respiración? 

Tu hogar debería ayudarte a sentirte más tranquilo, respirar con más facilidad y moverte sin miedo. Si te sientes más cansado, con más tos o flemas dentro de casa, revisa estos puntos: 

  • ¿Huele a humedad o encierro? 

  • ¿Hay mucho polvo acumulado en objetos, libros o esquinas? 

  • ¿Sientes que te falta el aire en ciertos espacios? 

  • ¿Estás usando productos de limpieza muy fuertes? 

  • ¿Tienes que subir y bajar muchas escaleras todos los días? 

Si respondes sí a varias de estas preguntas, puedes hacer cambios simples que marcarán la diferencia en tu salud respiratoria. 

 

 

Referencias  

[1] "Pulmonary rehabilitation," Elsevier Health, [Online]. Available: https://elsevier.health/es/preview/pulmonary-rehabilitation. [Accessed: Jul. 30, 2025]. 

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Preguntas Frecuentes

Ventilar bien, evitar el polvo, eliminar alfombras y usar productos sin olores fuertes.

Sí, pero divídelas en partes pequeñas y haz pausas frecuentes.

Ventilada, sin humedad ni polvo, con cama cómoda y acceso fácil a medicamentos.

Humo, productos irritantes, polvo acumulado, peluches y desorden.

Respirar profundo al despertar, moverte durante el día y descansar bien por la noche.

Sube lento, usando pasamanos y respirando con labios fruncidos. Haz pausas.

Sí, si las mantienes limpias y no duermen en tu cama.

Usa agarraderas, tapetes antideslizantes y mantén buena ventilación.

Ten el equipo en un lugar seguro, limpio y lejos de fuentes de calor.

Si te falta el aire, tienes más flemas o tos al estar en casa, revisa el entorno.