Atención centrada en la persona

¿Qué es la obstrucción intestinal?   Para iniciar, imagínese que los intestinos son como una tubería muy larga, aproximadamente 6 metros de largo, por donde pasan los alimentos digeridos y los desechos que se deben eliminar. Una obstrucción intestinal ocurre cuando esta tubería se bloquea, se atasca o se estrecha, impidiendo que los alimentos y desechos puedan avanzar normalmente.   Este bloqueo puede ser parcial (pasa algo del contenido, pero con dificultad) o completa (no pasa nada). De igual manera, dentro de sus orígenes se pueden encontrar causas mecánicas (algo físico que impide el paso) o un problema a nivel del funcionamiento del intestino que impide su adecuado movimiento. Sea cual sea su origen, es una condición potencialmente grave que requiere atención médica. 

Si vives con una enfermedad respiratoria como EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica), asma, fibrosis pulmonar o secuelas de una infección respiratoria, tu hogar puede ayudarte a respirar mejor o, por el contrario, empeorar tus síntomas si no está bien adaptado. Hacer algunos ajustes simples en los espacios, rutinas y actividades del día a día puede mejorar tu calidad de vida, evitar crisis y ayudarte a conservar energía para lo que realmente importa. ¿Qué cosas puedes cambiar para sentirte mejor? Abre las ventanas en tu casa (airea tu hogar) todos los días, al menos 15 minutos por la mañana, para que entre aire fresco. Elimina alfombras, peluches o cortinas pesadas que acumulen polvo. Usa cobijas y sábanas hipo alergénicas (que no te produzcan alergias), especialmente en tu cama. No uses ambientadores, incienso o productos con olores fuertes. Limpia con paños húmedos para no levantar polvo. Evita el humo del cigarrillo, leña o cocina sin ventilación. Si usas oxígeno, ten un lugar seguro y ordenado para el equipo. ¿Cómo organizar tus actividades diarias? Divide las tareas del hogar en partes pequeñas, con pausas entre cada una. Haz lo más importante en la mañana, cuando tengas más energía. Usa sillas o bancos altos para cocinar o bañarte sin agacharte mucho. Camina dentro de casa unos pocos minutos en la mañana o en la tarde. Haz ejercicios respiratorios en horarios fijos, como parte de tu rutina. Mantén tus medicamentos a la mano y bien organizados. ¿Qué espacios debes adaptar? Dormitorio: Idealmente debe ser fresco, ventilado, con acceso fácil a medicamentos y oxígeno si lo usas. Baño: Utiliza agarraderas si hay riesgo de caídas. Mantén el lugar seco y ventilado. Cocina: Se sugiere utilizar utensilios ligeros, cocinar sentada/o si te cansas. Ventilar bien al cocinar. Escaleras: Si tienes varios pisos, considera vivir en el primer piso o subir de manera pausada las las escaleras. ¿Qué profesionales pueden ayudarte? El Neumólogo: te indica si necesitas oxígeno, algún manejo farmacológico o si tienes algún tipo de restricción. El Terapeuta respiratorio: te enseña rutinas y movimientos seguros.  El terapeuta ocupacional: te guía para adaptar mejor los espacios según tus necesidades.