Enfermedades neurovasculares
La Línea de Enfermedades Neurovasculares atiende a pacientes que requieren valoración médica, de urgencia o por consulta externa, en patologías neurovasculares como el ataque cerebrovascular y aneurismas cerebrales. La línea se encarga de brindar una atención especializada gracias a un equipo multidisciplinario, en busca del mejoramiento del estado de salud de los pacientes con este tipo de patologías.
¿Qué son las enfermedades neurovasculares?
Son un grupo de patologías que afectan los vasos sanguíneos del cerebro y se dividen en:
Ataque cerebrovascular isquémico
Sucede cuando una de las arterias cerebrales es obstruida por un trombo o ateroma (placas grasas al interior de los vasos) que no permite el flujo sanguíneo en una parte del cerebro.
Ataque isquémico transitorio
Es un episodio breve de isquemia cerebral que se produce por la reducción o disminución de suministro sanguíneo al cerebro. Es reversible y, por lo general, no presenta consecuencias de alto riesgo.
Ataque cerebrovascular hemorrágico
Conocido como derrame cerebral, se trata de la rotura de un vaso sanguíneo cerebral que produce paso de sangre hacia el cerebro. Es la afección menos común.
Trombosis de senos venosos
Se presenta cuando un trombo o un coágulo de sangre obstruye o dificulta la circulación sanguínea en el sistema venoso del cerebro. Dentro de los factores de riesgo específicos por sexo están los anticonceptivos orales, el embarazo y el uso de las terapias hormonales.
Aneurisma
Un aneurisma es un ensanchamiento anormal de las paredes de una arteria cerebral. Si un aneurisma crece, puede romperse y provocar una hemorragia peligrosa e incluso la muerte.
¿Qué factores de riesgo pueden desencadenar una enfermedad neurovascular?
- Ser mayor de 25 años.
- Ser hombre.
- Ser afrodescendiente o mestizo.
- Ser diabético, hipertenso o tener el colesterol elevado.
- Fumar o consumir alcohol.
- Ser sedentario.
- Tener un familiar que haya presentado un ACV.
- Consumo crónico de anticoagulantes orales en mujeres.
¿Cómo se manifiestan las enfermedades neurovasculares?
- Dolor de cabeza súbito de fuerte intensidad.
- Alteraciones del habla.
- Parálisis facial.
- Incapacidad de mover una extremidad (brazo o pierna).
- Alteración súbita de la visión en uno o dos ojos.
En primer lugar, un equipo de médicos especialistas debe evaluar, mediante la realización de exámenes físicos, a los pacientes que presenten síntomas de enfermedades neurovasculares. Durante la búsqueda de signos, se determina si el cuadro corresponde, o no, a este tipo de patología.
Asimismo, el diagnóstico se realiza gracias a la evaluación de las funciones neurológicas del paciente a través de la aplicación de la escala NIHSS, una prueba para evaluar las funciones neurológicas afectadas.
El equipo de especialistas también puede solicitar otros estudios para facilitar el diagnóstico como:
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Perfil cardiometabólico, que incluye los niveles de colesterol, triglicéridos y hemoglobina glicosilada en la sangre.
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Búsqueda de enfermedades autoinmunes y de hipercoagulabilidad.
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Tomografía cerebral o resonancia magnética cerebral: con estos exámenes se pueden ubicar y caracterizar las estructuras afectadas y el sitio donde se presentan. En ocasiones requiere de un medio de contraste para identificar mejor los vasos sanguíneos afectados.
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Angiotac: Proporciona imágenes de los vasos sanguíneos dentro y alrededor del cerebro, permitiendo detectar anomalías como malformaciones arteriovenosas y aneurismas.
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Ultrasonido de vasos sanguíneos del cuello: permite identificar las arterias carótidas y establecer si están inflamadas o tapadas por placas de colesterol que son una causa importante de infartos cerebrales.
Medicamentos orales
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Antiplaquetarios: Ayudan a prevenir la formación de coágulos en sangre. Pueden producir sangrados menores.
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Anticoagulantes: Estos medicamentos diluyen la sangre y previenen la formación de coágulos. Se considera que son de alto riesgo, ya que se pueden presentar sangrados al tomarse sin considerar las dosis y recomendaciones del médico tratante.
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Estatina: Son medicamentos usados para bajar el colesterol, puesto que si muestra un nivel elevado en la sangre, puede pegarse a las paredes de las arterias y reducir su diámetro o también bloquearlas.
Medicamentos Intravenosos
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Trombolíticos: Son medicamentos que ayudan a disolver los coágulos de sangre de forma directa, evitando en algunos casos la discapacidad neurológica permanente.
Trombectomía mecánica
Se trata de un procedimiento médico en el que, a través de un catéter, se puede tener acceso al trombo que se encuentra ocluyendo el vaso sanguíneo con la finalidad de extraerlo o fraccionarlo. Se utiliza en caso de ataque cerebrovascular isquémico.
La Línea de Enfermedades Neurovasculares ofrece una atención profesional a través de un equipo especializado en el manejo de este tipo de patologías, contando con los siguientes servicios:
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Disponibilidad de especialistas las 24 horas, los 7 días de la semana durante todo el año.
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Vanguardia tecnológica en nuestros equipos de neuroradiología, salas de cirugía, y Unidad de Cuidado Intensivo Neurológico.
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Personal de enfermería capacitado y entrenado.
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Rehabilitación integral: Servicio de fisioterapia, terapia ocupacional y del habla para ayudar a los pacientes a regresar a su vida cotidiana lo más rápido posible.
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Servicios de psicología y psiquiatría para pacientes y familiares.
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Plan nutricional, a cargo de nutricionistas, para elaborar un plan de alimentación adecuado para la condición de cada paciente.
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Neurología.
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Neurocirugía.
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Neurointervencionismo.
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Anestesia.
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Neuroradiología.
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Salas de cirugía.
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Unidad de cuidados intensivos Neurológica.
La Fundación Santa Fe de Bogotá, a través de la Línea de Servicio de Enfermedades Neurovasculares, ofrece algunas recomendaciones para prevenir la aparición de este tipo de enfermedades:
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Realizar controles médicos periódicos con la finalidad de identificar factores de riesgo como diabetes mellitus, el aumento de colesterol o triglicéridos en la sangre, obesidad y la hipertensión arterial.
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Mantener una alimentación y un peso saludable, así como incorporar rutinas de ejercicios físicos que tengan una duración mínima de 30 minutos al menos durante 5 días a la semana.
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Evitar el consumo de alcohol y cigarrillo, ya que contienen sustancias que debilitan las paredes de los vasos sanguíneos, aumentan la tensión arterial y facilitan la formación de trombos.
