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Comunicación de Malas Noticias

La comunicación de malas noticias se entiende como aquella información que se le da a una persona que puede generar cierto malestar emocional y, algunas veces, físico.

Sin embargo, cuando estas son dadas de manera apropiada se puede generar un espacio de diálogo y construcción entre las personas (Bernardo y Brunet, 2010). Ahora bien, para hacer esto es vital considerar a quien se le está comunicando esta información para determinar cuál es la manera más apropiada para darla. 

 

HIJOS 

La decisión de contarle a tu hijo(a)(s) sobre tú enfermedad está en tus manos. Es decir que, es importante que te sientas cómodo al momento de comunicarles la información y tener muy claro qué es aquello que les quieres decir.  

Dependiendo de la edad de tus hijos debes adecuar el vocabulario que usas, para que la información sea fácil de entender para ellos. Cuando hables con tu hijo(a)(s) puedes incluir información como: el tipo de cáncer que tienes, el tratamiento que se está realizando, los posibles cambios que se van a generar en la vida familiar, los síntomas que podrás presentar, y los cambios físicos y emocionales que tendrás.  

Es importante que estés dispuesto(a) y abierto(a) a responder las preguntas que ellos tengan, que hablar de este tema no sea solo durante la fase del diagnóstico sino en diferentes momentos de la enfermedad, y, también, debes acompañar a tu hijo(a)(s) y permitir cualquier respuesta emocional y afectiva. 

  • Niños de 2-6 años 

En estas edades es importante contar con un lenguaje claro y sencillo. También, es fundamental que ellos logren entender que existen particularidades en la enfermedad oncológica que la diferencian de gripas o enfermedades comunes; las cuales probablemente conozcan. Por último, es vital enfatizarle al niño(a)(s) que esta enfermedad no es culpa de ellos(as). 

  • Niños de 7-12 años 

En estas edades los niños tienen mayor conocimiento sobre el cuerpo entonces pueden recibir información más detallada sobre la enfermedad. Asimismo, se recomienda que para facilitar su comprensión sobre la situación se relacionen los temas con cosas que son familiares para ellos. Finalmente, es importante animarlos a expresar sus emociones, ya que pueden manifestar lo que sienten a través de su comportamiento: pérdida de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, etc. 

  • Adolescentes 

Desde los doce años en adelante el niño puede comprender la complejidad de la enfermedad y los tratamientos, por lo que se puede proporcionar información más detallada sin abrumar con detalles innecesarios. También, a esta edad resulta difícil la expresión emocional, por lo que es posible que se vuelvan rebeldes o desobedientes con los padres. Por último, es importante que los padres expresen sus sentimientos con los adolescentes para fomentar la comunicación de padre-hijo. 

FAMILIA 

La presencia de enfermedades oncológicas impacta a todos los miembros de la familia, por lo tanto, resulta fundamental mantener una comunicación abierta y sincera. Esta comunicación puede proporcionarles a los miembros de la familia una comprensión más profunda de los sentimientos, temores y preocupaciones de cada uno, permitiéndoles enfrentar la situación de manera individual y conjunta. “Los beneficios de una buena comunicación con la familia son claros: se recibe y se ofrece apoyo, se aprende a solucionar problemas, se clarifican malentendidos, se fortalecen los vínculos y aumenta la confianza en el seno familiar” (SEOM, 2015). 

En el caso de los adultos mayores, es fundamental crear un entorno seguro y acogedor, adaptando la información a su nivel de comprensión y teniendo en cuenta la cantidad de detalles que deseas compartir. Es crucial asegurarte de que se sientan cómodos al recibir la noticia. 

AMIGOS 

Es fundamental establecer un diálogo abierto donde puedas escuchar con atención sus pensamientos, opiniones y emociones. A través de esta exploración, lograremos comprender su perspectiva y ofrecerle el apoyo y la información adecuada. Además, promoveremos un ambiente de confianza y empatía para que tu amigo(a) se sienta cómodo al compartir sus puntos de vista.  

 

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ComunicaciónMalasNo

¿Qué es el modelo EPICEE?

Este es un protocolo que está diseñado para comunicar malas noticias, el cual incluye 6 partes. 1) “e” entorno, 2) “p” percepción del paciente, 3) “i” invitación, 4) “c” comunicación, 5) “e” empatía o emociones, 6) “e” estrategias 

Los objetivos principales de este protocolo son: compartir información, recopilar respuestas, brindar apoyo y crear un plan para seguir adelante.  

Te invitamos a acceder a la página Web donde encontrarás una guía detallada para la comunicación de malas noticias, según el modelo EPICEE, a hijos, familiares y amigos. Acá podrá revisar gran variedad de material audiovisual y ciertas herramientas externas para la aplicación de los aprendizajes. 

 

CONTACTO 

 

En caso de que desee aprender más sobre los temas expuestos y busque un espacio de asesoramiento personalizado, se le recomienda programar una cita con su psicólogo de preferencia o con el grupo de psicooncología de Fundación Santa Fe de Bogotá. 

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