Comparte
Los antibióticos se destacan como armas poderosas contra las infecciones bacterianas
Sin embargo, su uso indebido o excesivo puede tener repercusiones para la salud individual y la salud pública en general. Por eso, es esencial que conozcas cómo utilizarlos correctamente para aprovechar sus beneficios y minimizar los riesgos.
Sigue siempre las indicaciones de tu médico al pie de la letra y completa el ciclo de antibióticos, incluso si te sientes mejor antes de terminarlo. Esto es fundamental para asegurar que la infección se cure por completo y para prevenir la resistencia bacteriana.
Nunca compartas tus antibióticos con otras personas ni utilices antibióticos recetados para otra enfermedad diferente a la que te los recetaron.
Evita la tentación de automedicarte. Siempre consulta a un profesional de la salud antes de tomar cualquier antibiótico.
Antibióticos más comunes
En Colombia, se utilizan diversos tipos de antibióticos para tratar infecciones bacterianas. Entre ellos, destacan las cefalosporinas, los macrólidos y las fluoroquinolonas.
Cefalosporinas: Las cefalosporinas son una clase de antibióticos que se utilizan comúnmente para tratar una amplia variedad de infecciones bacterianas. Funcionan interfiriendo en la formación de la pared celular de las bacterias, lo que las hace vulnerables y eventualmente las mata. Algunos ejemplos de cefalosporinas incluyen cefalexina, ceftriaxona y cefuroxima.
Macrólidos: Los macrólidos son otro grupo de antibióticos efectivos contra diversas infecciones bacterianas. Funcionan al inhibir la síntesis de proteínas en las bacterias, lo que interrumpe su crecimiento y reproducción. Algunos ejemplos de macrólidos incluyen azitromicina, eritromicina y claritromicina.
Fluoroquinolonas: Las fluoroquinolonas son antibióticos ampliamente utilizados para tratar infecciones bacterianas, especialmente infecciones del tracto urinario y respiratorio.
Es importante destacar que el uso adecuado de estos antibióticos solo debe ser bajo prescripción médica, ya que su uso inadecuado puede contribuir a la resistencia bacteriana y otros problemas de salud.
En Colombia, se utilizan diversos tipos de antibióticos para tratar infecciones bacterianas. Entre ellos, destacan las cefalosporinas, los macrólidos y las fluoroquinolonas.
Cefalosporinas: Las cefalosporinas son una clase de antibióticos que se utilizan comúnmente para tratar una amplia variedad de infecciones bacterianas. Funcionan interfiriendo en la formación de la pared celular de las bacterias, lo que las hace vulnerables y eventualmente las mata. Algunos ejemplos de cefalosporinas incluyen cefalexina, ceftriaxona y cefuroxima.
Macrólidos: Los macrólidos son otro grupo de antibióticos efectivos contra diversas infecciones bacterianas. Funcionan al inhibir la síntesis de proteínas en las bacterias, lo que interrumpe su crecimiento y reproducción. Algunos ejemplos de macrólidos incluyen azitromicina, eritromicina y claritromicina.
Fluoroquinolonas: Las fluoroquinolonas son antibióticos ampliamente utilizados para tratar infecciones bacterianas, especialmente infecciones del tracto urinario y respiratorio.
Es importante destacar que el uso adecuado de estos antibióticos solo debe ser bajo prescripción médica, ya que su uso inadecuado puede contribuir a la resistencia bacteriana y otros problemas de salud.
Cuando usar antibióticos y cuándo no usar antibióticos
Los antibióticos son eficaces contra las infecciones bacterianas, pero no tienen ningún efecto sobre las infecciones virales. Por lo tanto, es fundamental utilizar antibióticos solo cuando sean necesarios para tratar infecciones bacterianas confirmadas. Algunos ejemplos de infecciones bacterianas que pueden requerir tratamiento con antibióticos incluyen:
Infecciones del tracto respiratorio superior: Sinusitis bacteriana, faringitis estreptocócica (infección de garganta estreptocócica), otitis media aguda (infección del oído medio).
Infecciones del tracto respiratorio inferior: Neumonía bacteriana, exacerbaciones agudas de bronquitis crónica.
Infecciones de la piel y tejidos blandos: Celulitis, abscesos cutáneos, heridas infectadas.
Infecciones del tracto urinario: Cistitis (infección de la vejiga), pielonefritis (infección renal).
Es importante tener en cuenta que muchas infecciones comunes, como el resfriado común, la gripe y la mayoría de las infecciones de garganta, son causadas por virus y no requieren tratamiento con antibióticos. En estos casos, el reposo, la hidratación y otros cuidados de apoyo son generalmente suficientes para aliviar los síntomas.
Recuerda siempre consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado para cualquier infección que puedas tener. Nunca automediques antibióticos sin la supervisión de un profesional de la salud, ya que esto puede contribuir a la resistencia bacteriana y otros problemas de salud.
Riesgos de la automedicación con antibióticos
La automedicación con antibióticos puede tener consecuencias para tu salud. El uso indebido de estos medicamentos puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que significa que las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos y se vuelven más difíciles de tratar. Además, la automedicación puede llevar a un tratamiento inadecuado de la infección subyacente y provocar complicaciones médicas graves.
Consecuencias de la automedicación con antibióticos
La automedicación con antibióticos puede tener repercusiones serias, tanto a nivel individual como a nivel comunitario. A nivel individual, puede causar efectos secundarios graves como reacciones alérgicas, daño renal o hepático, e incluso poner en peligro la vida del paciente. A nivel comunitario, contribuye al aumento de la resistencia bacteriana, lo que hace que las infecciones sean más difíciles y costosas de tratar.
Efectos secundarios o reacciones alérgicas por toma de antibióticos
Mientras que la mayoría de las personas toleran bien los antibióticos, algunas pueden experimentar efectos secundarios leves como náuseas, diarrea o erupciones cutáneas. Sin embargo, es importante estar alerta a posibles reacciones alérgicas graves, como dificultad para respirar, hinchazón de la cara o la garganta, o picazón intensa en la piel. En caso de experimentar alguno de estos síntomas, busca atención médica de inmediato.
Sugerencias y consejos sobre el uso adecuado de antibióticos
Siempre consulta a un médico antes de tomar antibióticos.
Toma los antibióticos exactamente cómo te los recetaron y completa el curso de tratamiento.
No utilices antibióticos sobrantes de tratamientos anteriores.
No presiones a tu médico para que te recete antibióticos si no son necesarios.
¿Necesitas una cita?
Somos el primer hospital de la región que piensa en la experiencia de los pacientes y el servico que prestamos.
o a través del Call center 6014824488
Publicaciones relacionadas
¿Qué es el Virus de Papiloma Humano (VPH)?
El VPH puede transmitirse de una persona a otra durante algún tipo de actividad sexual: Sexo oral, anal, vaginal, contacto genital piel a piel.El VPH afecta ambos sexos, muchas personas que tienen VPH no lo saben porque a menudo no presenta signos ni síntomas. Image
Hábitos de vida saludable
Van más allá de simplemente evitar enfermedades, son acciones proactivas que nos permiten vivir plenamente y alcanzar nuestro máximo potencial en todas las áreas de la vida. Estos hábitos incluyen una variedad de aspectos, desde la alimentación y el ejercicio hasta el manejo del estrés y el descanso adecuado. Se trata de decisiones conscientes que tomamos para promover nuestro bienestar a largo plazo y disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Adoptar hábitos de vida saludable no se trata solo de seguir una lista de reglas estrictas, sino de encontrar un equilibrio entre tu bienestar y tu día a día, y se va ajustando a medida que va pasando los años. que te permita disfrutar de la vida mientras cuidas de tu salud. Implica tomar el control de tus decisiones y comportamientos, y comprometerte a hacer cambios positivos que te beneficien a ti y a tu entorno.
Prevención de lesiones deportivas
Estas lesiones pueden afectar diversas estructuras del cuerpo, como músculos, tendones, ligamentos, huesos y articulaciones. Pueden ocurrir tanto en atletas profesionales como en personas que participan en actividades recreativas. Las lesiones deportivas pueden variar en gravedad, desde pequeñas molestias hasta daños graves que requieren intervención médica y rehabilitación prolongada. Cuando participamos en actividades deportivas, nuestro cuerpo está sometido a diversas tensiones y movimientos repetitivos que pueden aumentar el riesgo de lesiones. Estas lesiones pueden ser agudas, como una torcedura de tobillo durante un partido de fútbol, o crónicas, como tendinopatía por el uso excesivo de ciertos grupos musculares. Independientemente de su naturaleza, las lesiones deportivas pueden interferir con la capacidad de una persona para participar en actividades físicas y afectar su calidad de vida. Es importante comprender que las lesiones deportivas no solo afectan el rendimiento atlético, sino también la salud general y el bienestar emocional de la persona. Por lo tanto, es fundamental abordar estas lesiones de manera integral, desde la prevención hasta el tratamiento y la rehabilitación, con el fin de promover una recuperación completa y reducir el riesgo de futuras lesiones.
Identificación y manejo del riesgo cardiovascular
Aquí te brindaremos información clave para entender y enfrentar este importante aspecto de tu salud. En Colombia, el riesgo cardiovascular es una preocupación significativa, por lo que es crucial estar informado y tomar medidas preventivas. ¿Qué es el Riesgo Cardiovascular? Se refiere a la probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón y/o los vasos sanguíneos. Todas las personas tenemos un riesgo cardiovascular determinado, el cual puede ser alterado (con cambios de hábitos de vida) ya sea en aumento o disminución de este. Éste puede clasificarse como alto, intermedio o bajo según algunas características clínicas y de laboratorio de cada persona. ¿Cómo se calcula el riesgo cardiovascular? Existen diversas maneras para evaluar el riesgo cardiovascular, la mayoría de ellas utilizan variables demográficas como la edad y sexo, algunos antecedentes como la hipertensión arterial, el tabaquismo y la diabetes. Además, también se usa el resultado de algunos valores de laboratorio como el colesterol total y el colesterol HDL.
Comunicación de Malas Noticias
Sin embargo, cuando estas son dadas de manera apropiada se puede generar un espacio de diálogo y construcción entre las personas (Bernardo y Brunet, 2010). Ahora bien, para hacer esto es vital considerar a quien se le está comunicando esta información para determinar cuál es la manera más apropiada para darla. HIJOS La decisión de contarle a tu hijo(a)(s) sobre tú enfermedad está en tus manos. Es decir que, es importante que te sientas cómodo al momento de comunicarles la información y tener muy claro qué es aquello que les quieres decir. Dependiendo de la edad de tus hijos debes adecuar el vocabulario que usas, para que la información sea fácil de entender para ellos. Cuando hables con tu hijo(a)(s) puedes incluir información como: el tipo de cáncer que tienes, el tratamiento que se está realizando, los posibles cambios que se van a generar en la vida familiar, los síntomas que podrás presentar, y los cambios físicos y emocionales que tendrás. Es importante que estés dispuesto(a) y abierto(a) a responder las preguntas que ellos tengan, que hablar de este tema no sea solo durante la fase del diagnóstico sino en diferentes momentos de la enfermedad, y, también, debes acompañar a tu hijo(a)(s) y permitir cualquier respuesta emocional y afectiva. Niños de 2-6 años En estas edades es importante contar con un lenguaje claro y sencillo. También, es fundamental que ellos logren entender que existen particularidades en la enfermedad oncológica que la diferencian de gripas o enfermedades comunes; las cuales probablemente conozcan. Por último, es vital enfatizarle al niño(a)(s) que esta enfermedad no es culpa de ellos(as). Niños de 7-12 años En estas edades los niños tienen mayor conocimiento sobre el cuerpo entonces pueden recibir información más detallada sobre la enfermedad. Asimismo, se recomienda que para facilitar su comprensión sobre la situación se relacionen los temas con cosas que son familiares para ellos. Finalmente, es importante animarlos a expresar sus emociones, ya que pueden manifestar lo que sienten a través de su comportamiento: pérdida de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, etc. Adolescentes Desde los doce años en adelante el niño puede comprender la complejidad de la enfermedad y los tratamientos, por lo que se puede proporcionar información más detallada sin abrumar con detalles innecesarios. También, a esta edad resulta difícil la expresión emocional, por lo que es posible que se vuelvan rebeldes o desobedientes con los padres. Por último, es importante que los padres expresen sus sentimientos con los adolescentes para fomentar la comunicación de padre-hijo.
Nuevos espacios y tecnología para el tratamiento integral del cáncer
Para seguir ofreciendo una atención integral donde los pacientes con cáncer y sus familias son el centro de la atención, la Fundación Santa Fe de Bogotá realizó la ampliación de su Instituto de Cáncer, aumentando la atención a 19 consultorios médicos, con espacios renovados para consulta externa y 34 cubículos para quimioterapia, además de áreas comunes y espacios dotados con más tecnología; en el marco de ambientes hospitalarios sanadores, que permitan la recuperación de una manera más tranquila, tanto para adultos como para pacientes pediátricos. Esta renovación en la infraestructura también viene acompañada de nueva tecnología de radioterapia que mejora la eficacia, los tiempos y los procesos de recuperación de los pacientes oncológicos de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Image
Preguntas Frecuentes
