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Hígado Graso Metabólico
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El hígado graso metabólico o esteatosis hepática es una acumulación excesiva de grasa en el hígado que se relaciona generalmente a condiciones metabólicas como el sobrepeso/obesidad o la diabetes mellitus. Existen otras causas de hígado graso como el consumo excesivo de alcohol o por algunos medicamentos como los esteroides, pero estas condiciones no están relacionados a alteraciones metabólicas.
¿El hígado graso metabólico es una condición frecuente?
En la actualidad se considera la enfermedad hepática más común en el mundo, afectando un 38% (según las guías publicadas Wai-Sun Wong V, et al. J Hepatol. 2023 May 9:S0168-8278(23)00324-0.) de la población mundial y cerca de un 30% de la latinoamericana. En otras palabras, 1 de 4 personas en el mundo tiene hígado graso.
Las personas más afectadas por esta condición suelen tener problemas de exceso de peso o de obesidad. En el mundo hay más de 1900 millones de personas que tienen sobrepeso, de los cuales 650 millones tienen obesidad.
¿El hígado graso metabólico solo afecta a personas con problemas de sobrepeso u obesidad?
La gran mayoría de individuos que sufren de esteatosis hepática tienen sobrepeso u obesidad, pero en un 10 a 20% de los casos, el hígado graso también puede afectar a personas con peso normal. Estas personas pueden tener factores predisponentes como dietas altas en fructosa y/o en grasas, causas genéticas, causas endocrinas como el ovario poliquístico o consumo de ciertos medicamentos por ejemplo antiarrítmicos como la amiodarona.
¿El hígado graso metabólico puede causar problemas médicos?
En estadios tempranos el hígado graso no suele causar ningún daño, sin embargo, a medida que progresa puede causar problemas médicos serios como la cirrosis hepática a largo plazo.
Por otro lado, si tiene diabetes mellitus u obesidad, el hígado graso puede aumentar la probabilidad de tener enfermedades cardiovasculares o morir, ya que la esteatosis hepática es una enfermedad sistémica, afecta al hígado, sino al impacto en órganos como el corazón, vasos sanguíneos y el metabolismo de sustancias como la glucosa o el colesterol.
Síntomas
En general el hígado graso no tiene síntomas lo cual la hace una enfermedad silenciosa y altamente peligrosa. Algunos de los síntomas descritos por las personas afectadas son inespecíficos como fatiga, sensación de no sentirse bien, dolor o malestar en el cuadrante superior derecho del abdomen.
La cicatrización hepática grave o cirrosis es la principal complicación del hígado graso. La cirrosis ocurre debido a una lesión hepática, como el daño causado por la inflamación y el hígado intenta detener la inflamación, crea áreas de cicatrización, también llamadas fibrosis. Con la inflamación continua, la fibrosis se propaga y ocupa más tejido hepático.
Si no se hace nada para detener las cicatrices, la cirrosis puede provocar:
Coloración amarilla de los ojos y la piel llamada ictericia
Coloración rojiza de las palmas de las manos
Arañas vasculares justo debajo de la piel
Picor en la piel severo
Acumulación de líquido en el área del abdomen, llamada ascitis.
Venas hinchadas en el esófago o várices esofágicas, que pueden romperse y sangrar.
Confusión, somnolencia y dificultad para hablar, también llamada encefalopatía hepática.
Bazo aumentado de tamaño, hiperactivo o hiperesplenismo, que puede disminución del número de plaquetas en la sangre.
Cáncer de hígado.
Insuficiencia hepática terminal, lo que significa que el hígado ha dejado de funcionar.
Tipos
El hígado graso metabólico se desarrolla en 4 etapas principales.
Hígado graso simple (esteatosis simple): una acumulación de grasa en gran medida inofensiva en las células del hígado que solo puede diagnosticarse durante pruebas realizadas por otro motivo como por ejemplo una ecografía de abdomen.
Esteatohepatitis metabólica: una forma más grave de esteatosis, en la que el hígado se inflama.
Fibrosis: donde la inflamación persistente causa tejido cicatricial alrededor de las células hepáticas y los vasos sanguíneos cercanos, pero el hígado aún puede funcionar normalmente.
Cirrosis: la etapa más grave, que ocurre después de años de inflamación, donde el hígado se encoge y se vuelve cicatrizado y abultado; Este daño es permanente y puede provocar insuficiencia hepática (donde el hígado deja de funcionar correctamente) y cáncer de hígado
La mayoría de las personas sólo desarrollarán la primera etapa, normalmente sin darse cuenta.
En un pequeño número de casos, puede progresar y eventualmente provocar daño hepático si no se detecta y trata.
Factores de riesgo
Muchas enfermedades y problemas de salud pueden aumentar su riesgo de padecer esteatosis metabólica, entre ellos:
Antecedentes familiares de enfermedad del hígado graso u obesidad.
Deficiencia de la hormona del crecimiento, lo que significa que el cuerpo no produce suficientes hormonas para crecer.
Colesterol alto.
Niveles elevados de triglicéridos en la sangre.
Resistencia a la insulina.
Síndrome metabólico.
Obesidad, especialmente cuando la grasa se centra en la cintura.
Síndrome de Ovario poliquístico.
Apnea obstructiva del sueño.
Diabetes mellitus tipo 2.
Tiroides poco activa, también llamada hipotiroidismo.
Glándula pituitaria poco activa o hipopituitarismo.
La inflamación hepática es más probable en estos grupos:
Personas mayores de 50 años.
Personas con ciertos factores de riesgo genéticos.
Personas con obesidad.
Personas con diabetes o niveles altos de azúcar en sangre.
Personas con síntomas de síndrome metabólico, como presión arterial alta, triglicéridos altos y cintura grande.
Prevención
Adoptar un estilo de vida saludable es la principal forma de controlar el hígado graso.
Estos consejos le ayudaran a manejar esta condición
Perder peso: debe aspirar a un peso ideal según el índice de masa corporal, la comunicación con el profesional de salud le ayudase a conocer su peso ideal. Si usted tiene exceso de peso u obesidad, la pérdida de peso es la principal medida para manejar el hígado graso ya que el beneficio es directamente proporcional a la perdida de kilos. Personas que pierden más de un 5% de su peso corporal pueden tener resolución del hígado graso.
Lleve una dieta saludable: trate de llevar una dieta equilibrada rica en verduras, proteínas en especial de carnes blancas y baja en carbohidratos, consuma frutas en porciones. Su alimentación debe ser baja en grasas, azúcar y sal; comer en porciones más pequeñas de comida también puede ayudar
Tomar agua en lugar de bebidas con azúcar sobreañadida como gaseosas, jugos industrializados
Haga ejercicio con regularidad: trate de realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad de intensidad moderada, como caminar o andar en bicicleta; todo tipo de ejercicio puede ayudar a mejorar el hígado graso, incluso si no pierde peso.
Lleve una vida saludable, por ejemplo, si fuma, dejar de fumar puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir problemas como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Evite el consumo excesivo de alcohol.
Visite regularmente a su médico o profesional de salud de confianza para que le brinde información sobre su estado de salud y tenga una comunicación clara sobre el hígado graso y sus complicaciones al igual que su tratamiento.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
La mayoría de las personas hígado graso no desarrollarán ningún problema grave, pero si le diagnostican la afección, es una buena idea tomar medidas para evitar que empeore.
Actualmente no existe ningún medicamento específico para la esteatosis hepática pero elegir un estilo de vida saludable puede ayudar.
También se debe recomendar tratamiento para afecciones asociadas (presión arterial alta, diabetes y colesterol) o complicaciones. Es posible que le recomienden que tenga citas periódicas con su médico para controlar la función hepática y buscar signos de nuevos problemas.
Medicamentos
Actualmente no existe ningún medicamento que pueda tratar el hígado graso, pero varios medicamentos pueden ser útiles para controlar los problemas asociados con esta afección. Por ejemplo, su médico puede recomendarle medicamentos para tratar la presión arterial alta, tratar el colesterol alto, tratar la diabetes tipo 2 y tratar la obesidad.
Trasplante de hígado
Si desarrolla cirrosis grave y su hígado deja de funcionar correctamente, es posible que deba considerarse un trasplante de hígado. Sin embargo, esta situación debe discutirse con los profesionales de salud especializados para un asesoramiento claro y completo sobre las opciones de manejo para la enfermedad hepática en estadio muy avanzado.
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