Síncope
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Bienvenidos a nuestra sección educativa sobre el síncope, un tema importante que queremos abordar contigo para que estés informado y puedas cuidar de tu salud de la mejor manera posible.
El síncope es la perdida transitoria y rápido del estado de conciencia asociada a perdida del tono postural debido a una disminución temporal del flujo sanguíneo al cerebro, por un tiempo corto, con recuperación espontánea y completa.
Síntomas
Debilidad
Visión borrosa
Mareo
Nauseas
Taquicardia
Sudoración
Tipos
Reflejo (Vasovagal o Neuro cardiogénico): Es el más frecuente y se presenta cuando hay una respuesta refleja anormal del sistema nervioso a determinados desencadenantes como pueden ser al dolor, sitios cálidos, concurridos, estar largo tiempo de pie, el estrés, o la ansiedad.
Cardíaco: Este tipo se debe a un problema en el corazón, como una arritmia o una obstrucción en las arterias que afecta el flujo sanguíneo al cerebro.
Debido a hipotensión ortostática: Se presenta cuando hay una caída de la presión arterial con los cambios de posición (Por ejemplo, al ponerse de pie o girar rápidamente la cabeza).
Etapas de la Enfermedad:
1. Pre-Síncope: Esta etapa se caracteriza por síntomas que indican un riesgo inminente de desmayo, pero aún no se ha producido la pérdida de conciencia. Puedes experimentar mareos, visión borrosa, sudoración excesiva, palidez, náuseas o debilidad. En esta fase, es crucial tomar medidas preventivas como sentarse o acostarse para evitar una caída y lesiones.
2. Síncope: En esta etapa, ocurre la pérdida repentina y temporal de conciencia debido a una disminución transitoria del flujo sanguíneo al cerebro. Puedes perder el conocimiento brevemente, sin control sobre tu cuerpo, lo que puede llevar a una caída si no estás preparado. Es importante buscar atención médica después de un episodio de síncope para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
3. Post-Síncope: Después de recuperar la conciencia, es posible que experimentes síntomas residuales como confusión, mareos, debilidad o fatiga. Estos síntomas pueden persistir durante unos minutos o incluso horas después del episodio de síncope. En esta etapa, es fundamental descansar y permitir que tu cuerpo se recupere por completo.
Factores de riesgo
Se estima que una de cada tres personas tendrá un síncope a lo largo de su vida. En Colombia, ciertas condiciones médicas preexistentes pueden aumentar el riesgo de sufrir síncope. Los factores de riesgo más representativos incluyen la presencia de enfermedad cardiaca conocida, edad avanzada, uso de medicamentos para disminuir la presión arterial o la frecuencia cardíaca, y la enfermedad en la función de los riñones.
Prevención
Mantener un estilo de vida saludable, controlar las condiciones médicas preexistentes, la ingesta adecuada de líquidos y sal, permanecer con un nivel de actividad física apropiado, y seguir las recomendaciones de tu médico son clave para prevenir el síncope y mantener tu corazón saludable.
Diagnóstico / Detección
Para averiguar por qué experimentas síncope, quizá necesites una evaluación integral, análisis de sangre, exámenes más avanzados como pruebas de estrés o monitoreo cardíaco continuo. A continuación, detallamos las formas de diagnóstico:
Formas de Diagnóstico:
1. Historia Clínica: El primer paso en el diagnóstico del síncope es una conversación detallada entre el paciente y el médico para comprender los antecedentes médicos, los síntomas y los factores desencadenantes posibles.
2. Examen Físico: Durante el examen físico, el médico puede verificar la presión arterial, el ritmo cardíaco y realizar otras evaluaciones para detectar signos de afecciones cardíacas u otras causas de síncope.
3. Electrocardiograma (ECG): Un ECG registra la actividad eléctrica del corazón y puede revelar arritmias cardíacas que podrían estar relacionadas con el síncope.
4. Pruebas de Monitoreo del Ritmo Cardíaco: En algunos casos, se pueden usar dispositivos portátiles de monitoreo para registrar el ritmo cardíaco durante un período prolongado y detectar posibles arritmias que podrían causar síncope.
5. Prueba de mesa basculante: Es una prueba pasiva diseñada para investigar las causas de los síncopes (desmayos) sin una causa definida. Se realiza en pacientes que usualmente presenten síntomas adicionales como inestabilidad o vértigo
6. Pruebas de Estrés: Las pruebas de estrés, como la prueba de esfuerzo, pueden ser útiles para evaluar la respuesta del corazón durante la actividad física y detectar problemas cardíacos subyacentes que podrían desencadenar síncope.
7. Pruebas de Imagen: Se pueden realizar pruebas de imagen como ecocardiogramas o resonancias magnéticas cardíacas para evaluar la estructura y la función del corazón y detectar anomalías que podrían causar síncope.
8. Pruebas de Laboratorio: Los análisis de sangre pueden ayudar a detectar condiciones médicas como anemia o desequilibrios electrolíticos que podrían contribuir al síncope.
9. Evaluación Neurológica: En algunos casos, puede ser necesaria una evaluación neurológica para descartar otras causas de pérdida de conciencia, como problemas en el sistema nervioso central.
10. Monitoreo del Sistema Nervioso Autónomo: En situaciones complejas, se puede realizar el monitoreo del sistema nervioso autónomo para evaluar la función del sistema nervioso en relación con el síncope.
Detección:
Es vital estar atento a los síntomas y buscar ayuda médica si experimentas desmayos recurrentes.
¡Detectar el problema a tiempo puede marcar la diferencia en tu salud!
Tratamiento
El tratamiento del síncope varía según la causa subyacente, pero puede incluir desde cambios en el estilo de vida y medicamentos hasta procedimientos médicos o incluso cirugía en casos más graves.
Medidas generales: Realizar las siguientes intervenciones puede ayudar a reducir el riesgo de síncope y/o disminuir los síntomas:
Mantener una Hidratación Adecuada: Beber suficientes líquidos (preferiblemente agua) puede ayudar a mantener una presión arterial estable y prevenir la deshidratación, que puede ser un desencadenante del síncope.
Evitar Desencadenantes Conocidos: Identificar y evitar los desencadenantes conocidos de síncope, como el estrés, el calor extremo o la posición de pie prolongada, puede ayudar a prevenir los episodios de síncope.
Modificar la Dieta: Seguir una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras y granos enteros, y con una cantidad de sal adecuada, puede ayudar a mantener una presión arterial y frecuencia cardíaca estables y prevenir el síncope. En algunos casos se hace necesario un consumo mayor de sal, lo cual se debe discutir con su médico y/o nutricionista.
Actividad física/Ejercicio físico: Realizar entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física, o seguir las recomendaciones médicas evaluadas según el caso, es beneficioso para mejorar la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio, lo que puede ayudar a prevenir las caídas y lesiones asociadas con el síncope, y disminuir los episodios y/o los síntomas asociados a los eventos sincopales. En algunos casos se hace necesaria la vinculación a programas de Rehabilitación Cardíaca para manejo de este punto.
Maniobras de contrapresión: Estas maniobras son útiles para ayudar a disminuir episodios en pacientes que pueden identificar síntomas que preceden los eventos sincopales.
Manejo de la Ansiedad y el Estrés: La ansiedad y el estrés pueden desencadenar episodios de síncope en algunas personas. Aprender técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación o la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los episodios de síncope.
2. Medicamentos: En algunos casos, se pueden necesitar medicamentos para controlar los síntomas asociados con el síncope, como mareos, debilidad o desmayos. Estos pueden incluir medicamentos para regular la presión arterial y/o la frecuencia cardíaca, mejorar la circulación o prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
3. Tratamiento de las Causas Subyacentes: El primer paso en el tratamiento del síncope es identificar y abordar la causa subyacente. Dependiendo de los resultados de los exámenes diagnósticos, esto puede implicar:
Manejo de las Arritmias Cardíacas: Si se detecta una arritmia cardíaca como causa del síncope, el tratamiento puede incluir medicamentos antiarrítmicos, dispositivos implantables como marcapasos o desfibriladores Cardioversores implantables (DCI), o incluso ablación por catéter para corregir el ritmo cardíaco anormal.
Corrección de la Obstrucción Vascular: En casos donde una obstrucción en las arterias causa síncope, se pueden realizar procedimientos como la angioplastia con colocación de stent o la cirugía de derivación para restaurar el flujo sanguíneo normal al cerebro.
Manejo de las Condiciones Subyacentes: Si se identifica una condición médica como anemia, hipoglucemia o desequilibrios electrolíticos como causa del síncope, el tratamiento se centrará en corregir esta condición médica subyacente.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
En el tratamiento integral del síncope, pueden estar involucrados internistas, neurólogos, cardiólogos, electro fisiólogos y otros especialistas, según cada necesidad, que permita abordar las diferentes causas y aspectos del problema.

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