¿Conoces el cigarrillo electrónico?  Estos dispositivos se han introducido gradualmente en el mercado y en la vida de jóvenes y adultos, pero no son una solución real para disminuir el consumo de nicotina ni para dejar de fumar. Funcionan calentando una solución líquida para crear un aerosol que los usuarios inhalan. Su diseño imita productos de tabaco y otros dispositivos comunes como linternas o bolígrafos.    

En el libro Historia de las Indias, Bartolomé de las Casas describió: “ciertas hojas secas envueltas en otras hojas, también secas, parecidas a los petardos, se encienden por un extremo y se chupan por el otro, para introducir en los pulmones ese humo con el que adormecen el cuerpo y así se embriagan”.   Image   Formatos de consumo Actualmente, el cigarrillo convencional es una de las principales formas de consumir tabaco en el mundo, pero existen diferentes formas consumir tabaco, ya que todas estas buscan corresponder a una experiencia de consumo y que se acompañan de publicidad y estatus social que ha venido incorporando estas prácticas en las diferentes interacciones sociales en el mundo. Las más populares se describen a continuación:  Tabaco para mascar: es una forma de consumo de tabaco sin humo. Las hojas de tabaco, que se ubican entre el labio y los dientes, se mantienen y se escupe o se pasa. Se reportan que al menos esta preparación contiene 28 sustancias químicas tóxicas con un alto potencial cancerígeno, como nitrosaminas (generadas durante el proceso de curación, fermentación y añejamiento), polonio 210 (sustancia radioactiva presente en los fertilizantes del tabaco), hidrocarburos aromáticos, entre otros.   Chimu llanero: el chimu o chimó llanero es tabaco de mascar curado; proviene de hojas de tabaco sometidas a un procedimiento mediante el cual se crea una jalea de consistencia similar a la pasta dental, pero de color negro o café oscuro.  Rápe: tabaco picado o en polvo, se adicionan sabores o aromas y puede venderse seco o húmedo. También se vende disponible en banda, pastillas, saquitos, para mantener en la boca y mascarlo, conocido también como Snus. Se puede consumir seco para ser inhalado por la nariz.  Snus: presentación sueca de tabaco picado, agua y sal, con algunos aceites aromáticos, para generar efectos estimulantes.   Habanos: formato que funciona como una envoltura de tabaco que se elaboran totalmente a mano. Pipas: consumo de tabaco picado, con un dispositivo que permite la combustión.  Gutkha: preparado de nuez, areca, catechu, parafina, tabaco, cal, endulzantes. Se consume, mascándolo y escupiendo y se acostumbra a mantenerlo entre las encías y el labio, exponiendo estos tejidos a sustancias cancerígenas.  Shishas / hookahs / narguiles/cachimba: conforme al país se da la denominación. Su uso es variado y en varias ocasiones se emplea para sustancias con tabaco. Contienen agua, tabaco y aromatizantes. El humo que estos dispositivos genera cuenta con altos contenidos de dióxido de carbono, arsénico, selenio, alquitrán, entre otros.   Sistemas electrónicos de suministro de nicotina (SEAN): es otra forma de consumir el componente esencial del tabaco, la nicotina. En general, los cigarrillos electrónicos, son dispositivos que calientan una solución líquida, para crear vapor, el cual es inhalado por los usuarios. Se conocen con diversos nombres, a veces se los llama “e-cigs”, “e-hookahs”, “mods”, “plumas de vapor”, “vapeadores”, “sistemas de tanque” y los “sistemas de suministro de nicotina” (ENDS, por sus siglas en inglés). 

Al igual que los humanos, pueden sufrir los efectos de la exposición al humo de segunda mano, lo que puede causar enfermedades cardíacas, respiratorias, cáncer, entre otras afecciones.   En las mascotas, la exposición al humo de tercera mano puede impregnar su pelaje y transportar estas sustancias a diferentes lugares, incluso contaminar a personas más vulnerables, como niños o adultos mayores, mediante el contacto directo.  En los perros, la inhalación del humo de cigarrillo puede provocar alergias, inflamación de las vías respiratorias y serias alteraciones pulmonares, como cáncer de pulmón y nasal. Es más común observar estas enfermedades en perros con hocico largo, como los Greyhounds, Borzois y Doberman Pinschers, debido a la facilidad con la que las sustancias del cigarrillo penetran en sus vías respiratorias. Además, pueden presentar otras afecciones como asma, irritación ocular e incluso pérdida de apetito.  En los gatos, la posibilidad de desarrollar tumores malignos es cinco veces mayor cuando conviven con dueños fumadores. El cáncer de boca es frecuente en los felinos debido a su hábito de acicalarse el pelaje, que puede estar impregnado con el humo de cigarrillo de tercera mano. También pueden sufrir irritación ocular y linfoma felino.  Las aves, debido a su tamaño y a su sistema cardiovascular y respiratorio delicados, son especialmente susceptibles a los efectos del humo de cigarrillo. Tienen una alta probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón o incluso morir a causa de la exposición al humo. Además, pueden intoxicarse con nicotina si ingieren accidentalmente partes de cigarrillos o productos para dejar de fumar mal desechados, como chicles o parches.  En resumen, las mascotas conviven estrechamente con sus dueños y pasan mucho tiempo en casa, por lo que es crucial evitar que estén expuestas al humo de cigarrillo u otros sistemas generadores de vapor, ya que son muy susceptibles a los diferentes tóxicos que contienen, lo que puede tener consecuencias fatales.  Si fuma o vapea cerca de su mascota, es importante estar atento a cambios en su comportamiento, como fatiga, agotamiento, cansancio excesivo, cambios en sus rutinas o en su patrón de alimentación. Ante cualquier síntoma, es fundamental consultar al veterinario para detectar posibles alteraciones de manera oportuna. 

El tabaco se asocia a una mayor probabilidad en la afectación de la fecundidad, tanto de las mujeres y hombres. Las posibles afectaciones se relaciona con el embarazo es un momento crucial para las mujeres que han optado por la maternidad, así como para sus parejas y familias, quienes se movilizan para crear un entorno seguro que favorezca el nacimiento de un bebé sano. Lamentablemente, el consumo de cigarrillos o vapeadores, ya sea con o sin nicotina, por parte de la madre, el padre u otros cuidadores, pone en riesgo la salud del bebé. A continuación, se detallan los efectos del tabaquismo y la exposición al humo durante el embarazo y después del nacimiento del bebé, tanto por cigarrillos convencionales como por sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN). Es importante destacar que los efectos negativos de fumar durante el embarazo y la lactancia pueden manifestarse tanto a corto como a largo plazo. Durante este período, la exposición activa o pasiva al humo del tabaco y sus derivados puede tener efectos en la salud tanto de la madre como en el bebé. Dentro de estos efectos sobre la salud del bebé se encuentran:  Aumento del riesgo de aborto espontáneo. Mayor probabilidad de parto prematuro. Bajo peso al nacer del bebé. Mayor riesgo de muerte súbita del lactante. Posible desarrollo de problemas respiratorios en el bebé, como asma. Mayor riesgo de malformaciones congénitas. Posible afectación del desarrollo cerebral del bebé. Mayor probabilidad de problemas de comportamiento y aprendizaje en la infancia. Estos son solo algunos de los efectos negativos que el consumo o la exposición al humo de cigarrillo o vapeadores pueden tener durante el embarazo y la lactancia. Es importante evitar el tabaco y la exposición al humo para proteger la salud tanto de la madre como del bebé. Conozcamos un poco más de estas alteraciones.  

En esta sección podrás conocer ¿Qué es un cigarrillo? y de ¿Qué sustancias se encuentra compuesto?, para analizar a fondo los efectos de esas sustancias sobre el cuerpo humano al inhalarse o estar expuestos directa o indirectamente a estas sustancias.    Fumar o consumir tabaco, en cualquiera de sus modalidades, es una conducta aprendida, compleja, asociada a una sustancia psicoactiva que genera adicción. Un cigarrillo es un producto elaborado con tabaco picado, recubierto por una hoja delgada en forma de cilindro y generalmente acompañado por un filtro. El cigarrillo es encendido en uno de sus extremos y se consume mientras se inhala el humo producto de la combustión del tabaco y los demás químicos presentes en él. Este tipo de formato al cual llamaremos “cigarrillo convencional” es la forma con mayor frecuencia de uso para el consumo de tabaco en nuestra población, pero es importante aclarar que existen otras formas de consumir tabaco que se detallaran en la sección “formas de consumir tabaco”.  El cigarrillo está compuesto por un 50% de hojas de tabaco, las cuales contienen nicotina que se absorbe rápidamente y llega al cerebro en unos 10 segundos, lo cual explica su alto poder ADICTIVO. La nicotina es también la causante de importantes alteraciones en el sistema cardiovascular que finalmente dañan el corazón y los vasos sanguíneos.   Además, el cigarrillo contiene 30% de “tabaco reconstituido”, el cual es una mezcla de tallos molidos y polvillo de tabaco a la que se le agregan aditivos. Los aditivos utilizados en la elaboración de un cigarrillo tienen dos funciones: suavizar la aspereza del tabaco, para lo cual agregan azúcar, chocolate, miel, regaliz, mentol, etc.; y manipular el contenido de nicotina, por ejemplo, agregando amoniaco, sustancia que aumenta la liberación de la nicotina.   El 20% restante continente “tabaco expandido” con dióxido de carbono, con lo que buscan incrementar su volumen.

Consumir cigarrillo convencional o utilizar dispositivos que contienen nicotina como los sistemas electrónicos con nicotina SEAN, genera respuestas físicas en nuestro organismo, cambios en el comportamiento e incluso, son la puerta de entrada al consumo de otros tipos de sustancias psicoactivas. A continuación, encontrarás algunos aspectos que debes conocer sobre la adicción que la nicotina desencadena y las enfermedades crónicas que la evidencia científica ha relacionado con el consumo de sustancias derivadas del tabaco de los cigarrillos convencionales o sistemas electrónicos como los SEAN.  Adicción a la Nicotina  La nicotina es la sustancia química del tabaco responsable de la adicción. Puede ser tan adictiva como la morfina, el alcohol y la cocaína. Se absorbe rápidamente al ser inhalada y llega al cerebro en unos 10 segundos, lo cual explica su alto poder ADICTIVO. Cuando la nicotina ingresa en los pulmones, al fumar o “vapear”, pasa a la sangre y llega al cerebro, alcanzando su nivel máximo en segundos posterior a la inhalación. Sin embargo, La sensación gratificante que produce la nicotina en forma aguda se disipa con rapidez e impulsa a la persona a seguir consumiendo más cigarrillos o vapeando más nicotina y así, mantener los efectos placenteros y evitar los síntomas desagradables de su ausencia, lo cual también es llamado “síndrome de la abstinencia”.  El “síndrome de abstinencia” se produce como resultado de la dependencia del organismo a la presencia de una droga o sustancia psicoactiva, en este caso la nicotina. Cuando la persona experimenta la falta de nicotina por un largo período, comienza a sentir irritabilidad, ansiedad, deseo inaplazable de fumar o “vapear”, depresión, dificultad en la concentración o en la atención, trastornos de sueño y aumento del apetito. Estos síntomas de abstinencia pueden comenzar a las pocas horas de haber fumado el último cigarrillo o “vapeado” e impulsan a la persona a volver rápidamente a fumar o vapear. 

El programa de apoyo para dejar de fumar de la Fundación Santa Fe de Bogotá es un programa Interdisciplinario de salud que promueve, coordina y ejecuta acciones para la prevención y el tratamiento de la dependencia al tabaquismo; utiliza estrategias educacionales y asistenciales que favorecen una mejor comprensión de la adicción y ayudan a las personas, no sólo a alcanzar el objetivo de cesación, sino a mantenerlo en el tiempo. Ofrece sus servicios a toda la población que consume tabaco en cualquier presentación (cigarrillo convencional, electrónico, etc.) o se encuentra  expuesta al humo del tabaco o sus dispositivos de consumo.