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Nutrición y enfermedades respiratorias

Cómo alimentarse para respirar mejor

¿Qué es la relación entre la alimentación y la respiración? 

La forma en la que comemos puede ayudar o afectar nuestra manera de respirar. Cuando llevamos una alimentación sana y balanceada, nuestros pulmones y músculos respiratorios funcionan mejor. Además, algunos alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación en los pulmones y a mejorar nuestras defensas frente a infecciones respiratorias. 

Enfermedades respiratorias comunes en Colombia 

En Colombia, muchas personas viven con enfermedades que afectan los pulmones o las vías respiratorias, como: 
 

  • Asma: dificultad para respirar por inflamación de los bronquios (Tubos que permiten el paso del aire a los pulmones). 

  • EPOC tipo bronquitis crónica y enfisema: enfermedades que hacen más difícil sacar el aire de los pulmones. 

  • Infecciones respiratorias frecuentes, como gripa fuerte o neumonía. 

  • Rinitis o sinusitis: congestión, estornudos y secreción nasal persistente. 

Factores de riesgo relacionados con la alimentación

En nuestro país, algunos factores que pueden aumentar los problemas respiratorios son: 
 

  • No alimentarse bien, ya sea por comer poco o con poca variedad de nutrientes. 

  • Tener bajo peso o perder masa muscular, lo que debilita los músculos que usamos para respirar. 

  • Comer muchos alimentos procesados o fritos, que aumentan la inflamación en el cuerpo. 

  • Tener sobrepeso, especialmente cuando hay grasa en el abdomen, lo que dificulta que los pulmones se expandan bien. 

¿Qué síntomas pueden aparecer? 

Algunas señales que pueden indicar que tu cuerpo necesita mejorar su alimentación para respirar mejor son: 

  • Te cansas con facilidad al caminar o hacer tareas simples. 

  • Sientes debilidad, especialmente en brazos o piernas. 

  • Respiras más rápido o con dificultad. 

  • Tos que no desaparece o flemas constantes. 

  • Pierdes el apetito y te sientes sin energía. 

¿Cómo se hace el diagnóstico? 

El médico puede ayudarte revisando: 
 

  • Tu peso, altura y si estás perdiendo masa muscular. 

  • Tu dieta diaria, preguntando qué comes regularmente. 

  • Algunos exámenes de sangre para ver si tienes deficiencias de vitaminas o minerales. 

  • Pruebas de cómo están funcionando tus pulmones, si es necesario. 

¿Cómo detectar a tiempo un problema? 

Es importante prestar atención a estos signos: 
 

  • Pierdes peso sin razón. 

  • Sientes menos fuerza o energía. 

  • Te enfermas seguido de los pulmones o las vías respiratorias. 

  • No estás comiendo como antes. 

Si notas esto, habla con tu médico o con un nutricionista. Detectarlo a tiempo hace una gran diferencia. 

¿Qué pasa si no se trata? 

Si no se actúa a tiempo, los síntomas respiratorios pueden empeorar. Además, podrías tener: 
 

  • Menos fuerza para moverte o hacer actividades diarias. 

  • Más dificultad para respirar. 

  • Mayor riesgo de infecciones. 

  • Menos ganas de comer, entrando en un ciclo difícil de romper. 

¿Cómo alimentarse para respirar mejor?

Una buena alimentación ayuda a que el cuerpo tenga la energía y los nutrientes que necesita para respirar. Aquí algunas recomendaciones: 
 
1. Come alimentos naturales y variados: 

- Verduras y frutas todos los días. 
- Granos y cereales integrales. 
- Frijoles, lentejas, garbanzos. 
- Pescado, pollo, huevos, carnes magras. 
- Aceites saludables como el de oliva o aguacate. 
- Frutos secos y semillas. 
 
2.  Toma suficiente agua: 
- Ayuda a mantener las mucosas húmedas y a expulsar mejor las flemas. 
 
3.  Come en porciones pequeñas si te cansas al comer: 
- Puedes hacer cinco o seis comidas pequeñas al día. 
 
4. Evita: 
- Frituras, embutidos, gaseosas, dulces en exceso. 
- Comidas muy saladas o condimentadas. 
- Comer muy rápido o hablar mientras comes. 

¿Qué profesionales pueden ayudarte? 

  • Nutricionista 

  • Médico general o especialista en respiración (neumólogo) 

  • Fisioterapeuta respiratorio 

¿Cómo prevenir los problemas respiratorios relacionados con la alimentación? 

  • Come sano desde temprano. 

  • Mantén un peso saludable. 

  • Haz ejercicio moderado. 

  • No fumes ni te expongas al humo. 

  • Evita el exceso de azúcar, grasa y sal. 

  • Busca opciones fáciles de preparar y comer si estás cansado. 

 

 

Referencia (formato IEEE) 

[1] A. Schols, A. Broekhuizen, E. Wouters, “Nutritional support and therapy in COPD: a European Respiratory Society statement,” *Clinical Nutrition*, vol. 33, no. 3, pp. 566-573, Jun. 2014. [Online]. Available: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0929664615003460 

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Preguntas Frecuentes

Verduras, frutas, pescado, legumbres y agua todos los días.

Sí, pero con equilibrio. Es mejor evitar lo muy frito o muy dulce.

Sí. Tanto el exceso como la falta de peso pueden dificultar la respiración.

Sí, como la papaya, naranja, piña, y frutos rojos.

Porciones pequeñas varias veces al día, sin afán.

Solo si el médico o nutricionista lo recomienda.

Gaseosas, fritos, embutidos y comidas muy pesadas.

Sí, una buena alimentación fortalece tus defensas.

Sí, es clave para tener energía durante el día.

Puedes perder fuerza, energía y respirar con más dificultad.