El deterioro de la función cognitiva, también conocido como deterioro mental, es una condición que afecta la capacidad del cerebro para procesar la información de manera adecuada. Puede manifestarse de diversas formas, desde olvidos ocasionales hasta dificultades significativas en la memoria, el pensamiento y el lenguaje. En este contenido, exploraremos en detalle qué es, sus tipos, factores de riesgo, síntomas, diagnóstico, tratamiento, prevención y mucho más, con un enfoque especial en la situación epidemiológica en Colombia.  El deterioro de la función cognitiva es una condición que afecta la capacidad del cerebro para procesar la información de manera eficiente. Puede presentarse en diferentes formas y grados de severidad, desde leves lapsos de memoria hasta trastornos más graves como la demencia. En Colombia, se estima que aproximadamente el 7.3% de la población mayor de 65 años sufre de algún tipo de deterioro cognitivo. 

La Hidrocefalia de Presión Normal es una condición en la cual el exceso de líquido cefalorraquídeo acumulado en los ventrículos cerebrales causa aumento de la presión intracraneal. Esta presión, a diferencia de otros tipos de hidrocefalia, no suele ser tan alta y se manifiesta de manera crónica. La peculiaridad de la hidrocefalia de presión normal es que esta acumulación de liquido cefalorraquídeo ocurre a una presión considerada normal, lo que puede dificultar su diagnóstico. 

La demencia vascular es un trastorno cognitivo que resulta de problemas en el suministro sanguíneo al cerebro, lo que causa la pérdida súbita o progresiva de habilidades mentales. Esta condición se produce cuando los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro se dañan, lo que puede deberse a enfermedades como la hipertensión arterial, la aterosclerosis o los accidentes cerebrovasculares.  En Colombia, la demencia vascular es un problema de salud significativo debido a la alta prevalencia de enfermedades cerebro cardiovasculares y factores de riesgo asociados en la población, como la hipertensión y la diabetes. Estas condiciones aumentan el riesgo de daño en los vasos sanguíneos cerebrales, lo que, a su vez, puede conducir al desarrollo de demencia vascular.  Los síntomas de la demencia vascular pueden variar según la ubicación y la gravedad de los daños cerebrales, pero comúnmente incluyen problemas de memoria, dificultades para concentrarse, cambios en el comportamiento y en la capacidad para realizar tareas cotidianas. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son fundamentales para gestionar los síntomas y disminuir la progresión de la enfermedad. 

El Alzheimer es una enfermedad cerebral progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y la conducta. Es la forma más común de demencia y puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en adultos mayores. A medida que avanza la enfermedad, puede interferir con la capacidad de una persona para llevar a cabo tareas diarias simples y afectar su calidad de vida.