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Cirugía de Trasplante Hepático

Cirugía de Trasplante Hepático

🏥🧬 ¿Qué es la especialidad médica de cirugía de trasplante hepático?

 

La cirugía de trasplante hepático es un procedimiento médico altamente especializado que consiste en reemplazar un hígado enfermo o dañado por un hígado sano proveniente de un donante. Esta cirugía se indica cuando el hígado ha perdido su capacidad para funcionar correctamente, ya sea por una enfermedad crónica, daño agudo o condiciones congénitas.

 

El equipo encargado de esta cirugía incluye cirujanos de trasplante hepático, hepatólogos, anestesiólogos, infectólogos, intensivistas, psicólogos, enfermeros especializados y personal de coordinación de trasplantes. La cirugía puede realizarse con donante fallecido o donante vivo, y representa una de las intervenciones más complejas y salvadoras en la medicina moderna.

 

 

🏥🧬 ¿Existen subespecialidades dentro de la cirugía de trasplante hepático?

 

Sí, dentro del equipo quirúrgico del trasplante hepático existen enfoques que permiten una atención más precisa:

 

  • Trasplante hepático adulto: manejo quirúrgico de pacientes con cirrosis, hepatitis crónica, cáncer hepático o falla aguda.
  • Trasplante hepático pediátrico: para niños con enfermedades metabólicas, atresia de vías biliares o fallas congénitas del hígado.
  • Trasplante con donante vivo: técnica en la que se trasplanta parte del hígado de un donante sano y compatible, usualmente un familiar.
  • Retrasplante hepático: cuando el primer trasplante falla o presenta complicaciones, se evalúa la posibilidad de un nuevo procedimiento.
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La atención

🏥🧬 Proceso de atención en cirugía de trasplante hepático en la Fundación Santa Fe de Bogotá

 

En la Fundación Santa Fe de Bogotá, el programa de trasplante hepático cuenta con un equipo multidisciplinario de alto nivel y con una de las mayores trayectorias del país.

El proceso inicia con la evaluación médica integral del paciente candidato a trasplante, donde se analizan el grado de daño hepático, el estado general de salud, y la posibilidad de recibir un hígado compatible.

 

Una vez se determina que el paciente es candidato, se incluye en la lista de espera nacional, administrada por el Instituto Nacional de Salud. En casos especiales, también se considera la opción de trasplante con donante vivo.

 

Cuando aparece un donante compatible, se activa un protocolo de cirugía inmediata. El seguimiento continúa por años, con controles periódicos, ajuste de medicamentos inmunosupresores y acompañamiento emocional y nutricional.

 

🏥🧬 Enfermedades que pueden requerir un trasplante de hígado

 

  • Cirrosis hepática descompensada (alcohólica, por hepatitis B o C, esteatohepatitis no alcohólica)
  • Hepatitis autoinmune
  • Colangitis esclerosante primaria
  • Atresia de vías biliares (en niños)
  • Tumores hepáticos seleccionados (como carcinoma hepatocelular en estadio temprano)
  • Enfermedades metabólicas hepáticas
  • Falla hepática fulminante (por hepatitis tóxica o viral aguda)
  • Hemocromatosis
  • Enfermedad de Wilson
  • Déficit de alfa-1 antitripsina
  • Complicaciones por medicamentos o infecciones graves del hígado

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Preguntas Frecuentes

Es una cirugía en la que se reemplaza un hígado enfermo por uno sano proveniente de un donante compatible, ya sea vivo o fallecido.

Cuando el hígado falla de forma irreversible, causando complicaciones como ascitis, hemorragias, encefalopatía o ictericia persistente, y ya no responde a tratamientos médicos.

Depende de la urgencia del caso, la compatibilidad y la disponibilidad de órganos. Algunos pacientes reciben el órgano en semanas, otros deben esperar meses.

Sí, si es compatible y está sano. Se hace un estudio riguroso para proteger la salud tanto del donante como del receptor.

Es una cirugía compleja pero cada vez más segura en centros con experiencia como la Fundación Santa Fe. El seguimiento postoperatorio es clave para el éxito.

La hospitalización puede durar entre 10 y 20 días. Luego, el paciente necesita controles frecuentes durante los primeros meses y vigilancia a largo plazo.

Sí. La mayoría de pacientes retoma sus actividades, trabaja, hace ejercicio y tiene buena calidad de vida con controles adecuados.

No cura todas las causas, pero reemplaza el órgano dañado por uno funcional. Algunas enfermedades pueden reaparecer, pero se controlan con seguimiento médico.