Tumores Musculoesqueléticos
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Los tumores musculoesqueléticos son crecimientos anormales que pueden afectar los huesos, los músculos, los tendones, los ligamentos y otros tejidos conectivos del cuerpo. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Síntomas
Los tumores musculoesqueléticos pueden presentar una variedad de síntomas que pueden ser similares a otras afecciones musculoesqueléticas benignas. Sin embargo, es importante prestar atención a los siguientes síntomas, especialmente si son persistentes o se presentan en combinación:
Dolor persistente: El dolor persistente en una región específica del cuerpo es uno de los síntomas más comunes de los tumores musculoesqueléticos. Este dolor puede ser intermitente o constante, y puede empeorar con el tiempo. En algunos casos, el dolor puede ser más intenso por la noche o durante la actividad física.
Hinchazón o masa palpable: La presencia de hinchazón o una masa palpable en el área afectada puede ser un signo de un tumor musculoesquelético. Esta hinchazón o masa puede ser firme o blanda al tacto, y puede aumentar de tamaño con el tiempo. En algunos casos, la hinchazón puede estar asociada con enrojecimiento o calor en la piel sobre el tumor.
Limitación en el movimiento: Los tumores musculoesqueléticos que afectan las articulaciones o los tejidos circundantes pueden provocar limitación en el movimiento y rigidez articular. Esta limitación en el movimiento puede ser especialmente notable después de periodos de inactividad, como al levantarse por la mañana o después de estar sentado durante un período prolongado.
Fracturas patológicas: En casos avanzados, los tumores óseos pueden debilitar el hueso y aumentar el riesgo de fracturas patológicas. Estas fracturas pueden ocurrir con un trauma mínimo o incluso sin un trauma aparente, y pueden ser el primer signo de la presencia de un tumor óseo.
Fatiga y pérdida de peso inexplicada: En algunos casos, los pacientes con tumores musculoesqueléticos pueden experimentar fatiga inexplicable y pérdida de peso involuntaria. Estos síntomas pueden ser el resultado de la enfermedad misma o de los efectos secundarios del tratamiento, como la quimioterapia o la radioterapia.
Es importante tener en cuenta que los tumores musculoesqueléticos pueden presentarse de manera diferente en cada persona, y los síntomas pueden variar según el tipo, la ubicación y el tamaño del tumor. Además, algunos tumores pueden ser asintomáticos en las etapas iniciales, lo que resalta la importancia de la detección temprana y la atención médica oportuna ante cualquier cambio sospechoso en el cuerpo. Si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente o preocupante, es importante que consultes a un médico para una evaluación adecuada y un diagnóstico preciso.
Tipos
Los tumores musculoesqueléticos pueden afectar una variedad de tejidos, desde los huesos hasta los músculos y los tejidos blandos circundantes. Aquí se detallan algunos de los tipos más comunes, con énfasis en la epidemiología colombiana:
Osteosarcoma: El osteosarcoma es el tipo más común de cáncer óseo primario, y afecta principalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes. En Colombia, se observa una incidencia ligeramente superior a la media mundial. Este tumor generalmente se origina en las células óseas inmaduras y puede desarrollarse en cualquier hueso, pero con mayor frecuencia afecta a los huesos largos, como los de las piernas y los brazos. Los síntomas pueden incluir dolor óseo persistente, hinchazón y, en ocasiones, fracturas patológicas.
Condrosarcoma: El condrosarcoma es un tumor maligno que se desarrolla en el cartílago, el tejido que recubre las articulaciones. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, es más común en adultos de mediana edad y ancianos. En Colombia, su incidencia es similar a la observada en otras partes del mundo. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación del tumor, pero pueden incluir dolor en la región afectada y limitación del movimiento articular.
Sarcoma de Ewing: El sarcoma de Ewing es un tipo de tumor óseo maligno que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. En Colombia, su incidencia es relativamente baja en comparación con otros países. Este tumor se origina en las células nerviosas y puede desarrollarse en cualquier hueso, aunque es más común en los huesos largos, como los de los muslos, las caderas, los brazos y las costillas. Los síntomas pueden incluir dolor óseo, hinchazón y sensibilidad en el área afectada, así como fiebre inexplicada en algunos casos.
Sarcomas de tejidos blandos: Los sarcomas de tejidos blandos son tumores que se desarrollan en los tejidos blandos del cuerpo, como los músculos, los tendones, los ligamentos y los tejidos grasos. Pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo y afectar a personas de todas las edades. En Colombia, la incidencia de sarcomas de tejidos blandos varía según el tipo específico y la ubicación del tumor. Los síntomas pueden incluir una masa palpable, dolor, inflamación y limitación del movimiento en la región afectada.
Tumores óseos benignos: Además de los tumores malignos, también existen numerosos tipos de tumores óseos benignos, como el osteocondroma, el fibroma no osificante y el quiste óseo. Estos tumores son mucho más comunes que los malignos y generalmente no representan una amenaza para la vida. Sin embargo, pueden causar síntomas como dolor, hinchazón y deformidad ósea, dependiendo de su tamaño y ubicación.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento y el pronóstico de los tumores musculoesqueléticos varían según el tipo específico, la ubicación, el tamaño y la etapa del tumor, así como la respuesta individual al tratamiento. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes reciban una evaluación completa por parte de un equipo médico especializado para determinar el mejor plan de manejo para su situación particular.
Etapas de la enfermedad
Los tumores musculoesqueléticos pueden progresar a través de diferentes etapas, que indican la extensión del tumor y su propagación en el cuerpo. Estas etapas se utilizan para determinar la gravedad de la enfermedad y planificar el tratamiento adecuado. A continuación, se describen las etapas típicas de la enfermedad, con énfasis en los tumores óseos y de tejidos blandos:
Etapa 0: En esta etapa, el tumor está presente, pero es benigno y no se ha extendido más allá del sitio original de origen. No hay invasión en los tejidos circundantes ni presencia de metástasis. El tratamiento suele implicar la vigilancia y el seguimiento para detectar cualquier cambio que pueda indicar una progresión a una etapa más avanzada.
Etapa I: El tumor se encuentra en una etapa temprana y está localizado en el sitio original de origen. Aunque puede haber crecido más allá de las capas superficiales de los tejidos, no hay evidencia de invasión en estructuras adyacentes ni presencia de metástasis. El tratamiento en esta etapa a menudo implica cirugía para extirpar el tumor, con o sin terapias complementarias como radioterapia o quimioterapia adyuvante.
Etapa II: El tumor ha crecido más allá de su sitio original y puede haber invadido los tejidos circundantes, como músculos, vasos sanguíneos o nervios, pero aún no ha metastatizado. El tratamiento en esta etapa puede implicar cirugía más extensa para extirpar el tumor y los tejidos circundantes afectados, seguida de radioterapia y quimioterapia según sea necesario.
Etapa III: En esta etapa, el tumor ha crecido significativamente y puede haber invadido estructuras cercanas, así como diseminarse a los ganglios linfáticos regionales. Aunque aún no hay metástasis a distancia, el riesgo de propagación a otros órganos es mayor. El tratamiento puede incluir cirugía radical, seguida de radioterapia y quimioterapia para controlar la enfermedad local y prevenir la propagación a otros sitios.
Etapa IV: En la etapa IV, el tumor se ha diseminado a órganos distantes a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático, lo que se conoce como metástasis. Esta es la etapa más avanzada de la enfermedad y presenta un desafío significativo en términos de tratamiento y pronóstico. El tratamiento en esta etapa puede incluir cirugía paliativa para aliviar los síntomas, radioterapia y quimioterapia para controlar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
Es importante destacar que la progresión de la enfermedad y la determinación de la etapa del tumor se basan en una evaluación integral que puede incluir estudios de imagen, biopsias y análisis de laboratorio. Además, el pronóstico y el tratamiento pueden variar según el tipo específico de tumor, su ubicación, el tamaño y la respuesta al tratamiento. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes reciban una evaluación completa por parte de un equipo médico especializado para determinar el mejor plan de manejo para su situación particular.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son aquellas condiciones o circunstancias que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar tumores musculoesqueléticos. A continuación, se detallan algunos de los factores de riesgo más relevantes, con énfasis en la epidemiología colombiana:
Exposición a productos químicos tóxicos: La exposición a ciertos productos químicos tóxicos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), el asbesto y los metales pesados, puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores musculoesqueléticos. En Colombia, la exposición ocupacional a estos productos químicos, especialmente en industrias como la minería, la agricultura y la manufactura, puede contribuir al desarrollo de tumores en trabajadores expuestos.
Antecedentes familiares de cáncer óseo: La presencia de antecedentes familiares de cáncer de hueso o de otros tipos de tumores musculoesqueléticos puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. En Colombia, los factores genéticos pueden desempeñar un papel importante en la predisposición al cáncer de hueso, y las personas con antecedentes familiares de la enfermedad pueden tener un mayor riesgo de desarrollar tumores musculoesqueléticos.
Predisposición genética: Algunos trastornos genéticos hereditarios, como la neurofibromatosis tipo 1, la enfermedad de Paget del hueso y el síndrome de Li-Fraumeni, pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores musculoesqueléticos. En Colombia, la prevalencia de estos trastornos genéticos puede influir en la incidencia de tumores en ciertas poblaciones y familias afectadas.
Trauma crónico: El trauma crónico o repetido en una región específica del cuerpo, como el resultado de actividades deportivas o laborales extenuantes, puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores musculoesqueléticos. En Colombia, la prevalencia de lesiones traumáticas relacionadas con actividades laborales y deportivas puede contribuir al desarrollo de tumores en áreas específicas del cuerpo, como los huesos largos y las articulaciones.
Radiación ionizante: La exposición a la radiación ionizante, ya sea por tratamientos médicos previos o por accidentes nucleares, puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores musculoesqueléticos. En Colombia, la incidencia de tumores relacionados con la radiación puede ser influenciada por factores como la exposición ocupacional, los tratamientos médicos previos y la proximidad a fuentes de radiación, como plantas nucleares o instalaciones médicas.
Es importante tener en cuenta que la presencia de uno o varios factores de riesgo no garantiza el desarrollo de tumores musculoesqueléticos, y muchas personas con factores de riesgo nunca desarrollarán la enfermedad. Sin embargo, conocer estos factores puede ayudar a las personas a tomar medidas preventivas y a estar alerta a los signos y síntomas que podrían indicar la presencia de un tumor. Además, es fundamental que las personas con factores de riesgo conocidos se sometan a evaluaciones médicas regulares y sigan las recomendaciones de su equipo médico para reducir su riesgo de desarrollar la enfermedad.
Diagnóstico / Detección
El diagnóstico de tumores musculoesqueléticos implica una evaluación completa que puede incluir una variedad de pruebas y procedimientos para confirmar la presencia del tumor, determinar su tipo, tamaño, ubicación y extensión, así como para planificar el tratamiento adecuado. A continuación, se detallan los principales métodos de diagnóstico utilizados en Colombia:
1. Imágenes diagnosticas simples
Radiografías: Las radiografías son a menudo el primer paso en el diagnóstico de tumores óseos. Pueden revelar la presencia de lesiones óseas, como áreas de destrucción ósea, fracturas patológicas o la presencia de una masa ósea anormal.
Resonancia magnética (RM): La resonancia magnética utiliza campos magnéticos y ondas de radio para producir imágenes detalladas de los tejidos blandos, los huesos y los vasos sanguíneos. Es especialmente útil para evaluar la extensión del tumor en los tejidos blandos circundantes y en las articulaciones.
Tomografía computarizada (TC): La tomografía computarizada utiliza rayos X para producir imágenes transversales detalladas del cuerpo. Es útil para evaluar la extensión del tumor en el hueso y para detectar la presencia de metástasis en otros órganos.
Gammagrafía ósea: La gammagrafía ósea es una herramienta que proporciona imágenes detalladas de la actividad metabólica en los huesos. Se realiza administrando una pequeña cantidad de material radiactivo que se acumula en las áreas del hueso donde hay una mayor actividad metabólica, como en los sitios de crecimiento tumoral o de lesiones óseas.
2. Biopsia
Biopsia por aguja: Se realiza extrayendo una muestra de tejido del tumor utilizando una aguja delgada y una técnica guiada por imágenes, como la ecografía o la tomografía computarizada. La muestra se envía a un patólogo para su análisis bajo un microscopio y determinar si es benigna o maligna.
Biopsia abierta o incisional: Se realiza durante una cirugía para extirpar una porción del tumor o la totalidad de este. Esta técnica se utiliza cuando la biopsia por aguja no proporciona una muestra adecuada o cuando se necesita una evaluación más precisa del tejido.
3. Estudios de Laboratorio
Análisis de sangre: Los análisis de sangre pueden incluir pruebas para evaluar los niveles de calcio, fosfatasa alcalina y otras sustancias en la sangre que pueden estar elevadas en presencia de tumores óseos.
Marcadores tumorales: Algunos tumores musculoesqueléticos pueden producir ciertas proteínas o sustancias químicas que pueden detectarse en la sangre. Los marcadores tumorales pueden ser útiles para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar la recurrencia del tumor.
4. Imágenes Avanzadas
Tomografía por emisión de positrones (PET-CT): La PET-CT combina la tomografía computarizada con una prueba que utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo para detectar áreas de actividad metabólica anormal en el cuerpo. Es útil para evaluar la extensión del tumor y detectar la presencia de metástasis.
Resonancia magnética funcional: Este tipo de resonancia magnética puede proporcionar información adicional sobre la función cerebral en áreas cercanas al tumor, lo que puede ser útil en el caso de tumores cerebrales o espinales.
5. Evaluación Clínica: Además de los estudios de imagen y laboratorio, la evaluación clínica por parte de un médico especializado en oncología musculoesquelética es fundamental para obtener información sobre la historia clínica del paciente, los síntomas y los hallazgos físicos, y para planificar el manejo y seguimiento adecuados del paciente.
Es importante destacar que el diagnóstico de tumores musculoesqueléticos en Colombia se basa en una evaluación integral que puede requerir la colaboración de diferentes especialistas, como radiólogos, patólogos, oncólogos musculoesqueléticos y cirujanos ortopédicos. Un diagnóstico preciso y oportuno es fundamental para iniciar el tratamiento adecuado y mejorar los resultados clínicos del paciente.
Detección Temprana
La detección temprana de tumores musculoesqueléticos es crucial para un tratamiento exitoso y para mejorar los resultados clínicos de los pacientes. En Colombia, se promueven diversas estrategias para identificar estos tumores en etapas iniciales, lo que permite intervenir de manera oportuna y mejorar las posibilidades de curación. A continuación, se detallan algunas de las principales medidas de detección temprana:
Autoexploración regular: Se alienta a las personas a realizar autoexploraciones regulares para detectar cualquier cambio sospechoso en su cuerpo. Esto incluye la observación y palpación de áreas como huesos, músculos y tejidos blandos en busca de masas, bultos, hinchazón o cambios en la piel que no hayan estado presentes anteriormente.
Conciencia de los síntomas: Es importante que las personas estén informadas sobre los posibles síntomas de los tumores musculoesqueléticos, como dolor persistente, hinchazón, limitación en el movimiento articular y fracturas inexplicables. Al estar conscientes de estos síntomas, las personas pueden buscar atención médica temprana si experimentan alguno de ellos.
Visitas médicas regulares: Las visitas médicas regulares con un médico de atención primaria o un especialista en ortopedia u oncología son fundamentales para la detección temprana de tumores musculoesqueléticos. Durante estas visitas, el médico puede realizar exámenes físicos, evaluar la historia clínica del paciente y realizar pruebas adicionales si es necesario.
Pruebas de imagen de tamizaje: En algunos casos, especialmente en personas con factores de riesgo conocidos, se pueden realizar pruebas de imagen preventivas, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para evaluar la presencia de tumores musculoesqueléticos en etapas tempranas. Estas pruebas pueden ser recomendadas por el médico en función de la edad, los antecedentes familiares y otros factores de riesgo individuales.
Educación y concientización: La educación y la concientización pública sobre los tumores musculoesqueléticos y los factores de riesgo asociados desempeñan un papel crucial en la detección temprana. Campañas de información en medios de comunicación, redes sociales y centros de atención médica pueden ayudar a aumentar la conciencia sobre la importancia de la detección temprana y fomentar la búsqueda de atención médica ante cualquier síntoma preocupante.
Capacitación del personal médico: Es fundamental que los profesionales de la salud estén capacitados para reconocer los signos y síntomas de los tumores musculoesqueléticos y puedan realizar una evaluación inicial adecuada. La capacitación del personal médico en la detección temprana de estas enfermedades puede mejorar la tasa de diagnóstico oportuno y facilitar el inicio del tratamiento adecuado.
La detección temprana de tumores musculoesqueléticos depende de la colaboración entre pacientes, profesionales de la salud y el sistema de atención médica en general. Al fomentar la educación, la conciencia y la capacitación, es posible mejorar la detección y el tratamiento de estos tumores en etapas más tempranas, lo que puede tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de los pacientes.
Tratamiento
El tratamiento de los tumores musculoesqueléticos en Colombia depende del tipo y la etapa del tumor, así como de la salud general del paciente y sus preferencias individuales. El manejo de estos tumores es multidisciplinario e involucra a varios especialistas, incluidos oncólogos, cirujanos ortopédicos, radioterapeutas, patólogos y fisioterapeutas. A continuación, se describen las principales modalidades de tratamiento utilizadas:
Cirugía: La cirugía es a menudo el tratamiento principal para los tumores musculoesqueléticos y puede incluir:
Resección tumoral: Extirpación quirúrgica del tumor junto con un margen de tejido sano circundante para asegurar la eliminación completa del tumor. Estas resecciones pueden ser de 4 tipos: Intralesional, marginal, amplia o radicales. De acuerdo con la naturaleza de cada tumor se prefiere un tipo de resección sobre los otros.
Reconstrucción: Después de la resección tumoral, se pueden utilizar técnicas de reconstrucción, como el uso de injertos óseos, implantes protésicos o transferencias de tejido entre otros, para restaurar la función y la estructura normal de los tejidos afectados.
Radioterapia: La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño del tumor. Puede ser utilizada antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación, o después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa residual y reducir el riesgo de recurrencia.
Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos antineoplásicos para destruir las células cancerosas y detener su crecimiento y propagación. Puede ser administrada antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación, después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa residual, o como tratamiento principal para tumores inoperables o metastásicos.
Terapia dirigida: La terapia dirigida utiliza medicamentos específicos que atacan las vías moleculares o los marcadores genéticos específicos presentes en las células cancerosas. Estos medicamentos pueden ser utilizados en combinación con otros tratamientos o como tratamiento único para tumores que expresan ciertas características moleculares.
Inmunoterapia: La inmunoterapia utiliza medicamentos que estimulan el sistema inmunológico del cuerpo para reconocer y atacar las células cancerosas. Puede ser utilizada en casos seleccionados de tumores musculoesqueléticos que expresan ciertas proteínas o marcadores que son susceptibles a la respuesta inmune.
Tratamiento adyuvante y neoadyuvante: El tratamiento adyuvante se administra después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa residual y reducir el riesgo de recurrencia, mientras que el tratamiento neoadyuvante se administra antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación.
Cuidados paliativos: En casos avanzados o en pacientes con tumores inoperables, el objetivo del tratamiento puede ser aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Los cuidados paliativos pueden incluir el control del dolor, el manejo de los síntomas y el apoyo emocional y psicológico.
Es importante destacar que el tratamiento de los tumores musculoesqueléticos es individualizado y se basa en una evaluación integral que tiene en cuenta varios factores, incluido el tipo y la etapa del tumor, la salud general del paciente y sus preferencias personales. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes reciban una evaluación y un manejo adecuado por parte de un equipo médico especializado en oncología musculoesquelética para determinar el mejor plan de tratamiento para su situación particular.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
El tratamiento integral de los tumores musculoesqueléticos en Colombia requiere la colaboración de diversas especialidades médicas y equipos multidisciplinarios. A continuación, se detallan las principales especialidades médicas que participan en el manejo de estos tumores:
Cirugía ortopédica oncológica: Los cirujanos ortopédicos oncológicos se especializan en la cirugía de tumores óseos y de tejidos blandos. Realizan procedimientos quirúrgicos complejos para extirpar los tumores mientras preservan la función y la estructura del área afectada. Los oncólogos musculoesqueléticos son especialistas en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los tumores del sistema musculoesquelético. Coordinan el cuidado de los pacientes y trabajan en estrecha colaboración con otros especialistas para desarrollar un plan de tratamiento integral.
Radioterapia: Los radioterapeutas utilizan radiación de alta energía para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño del tumor. Trabajan en estrecha colaboración con oncólogos musculoesqueléticos y cirujanos ortopédicos para planificar y administrar la radioterapia de manera segura y efectiva.
Patología: Los patólogos son responsables de examinar las muestras de tejido obtenidas durante la biopsia o la cirugía para determinar el tipo de tumor, su grado de malignidad y otros factores importantes para el pronóstico y el tratamiento.
Oncología: Los oncólogos son especialistas en el tratamiento del cáncer mediante el uso de medicamentos sistémicos, como la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. Trabajan en colaboración con otros especialistas para desarrollar un plan de tratamiento integral que pueda incluir medicamentos sistémicos además de la cirugía y la radioterapia.
Rehabilitación y Fisioterapia: Los especialistas en rehabilitación y fisioterapia ayudan a los pacientes a recuperar la función y la movilidad después del tratamiento del cáncer. Desarrollan programas de ejercicios y terapia física personalizados para mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad y la calidad de vida del paciente.
Psicooncología: Los psicooncólogos proporcionan apoyo emocional y psicológico a los pacientes y sus familias durante todo el proceso de tratamiento del cáncer. Ayudan a manejar el estrés, la ansiedad y otros desafíos emocionales asociados con el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.
Trabajo social: Los trabajadores sociales brindan apoyo práctico y emocional a los pacientes y sus familias, ayudándolos a navegar por el sistema de atención médica, acceder a recursos comunitarios y resolver problemas relacionados con el tratamiento y la atención.
Nutrición: Los nutricionistas especializados en oncología trabajan con los pacientes para desarrollar planes de alimentación saludables que satisfagan sus necesidades nutricionales durante el tratamiento del cáncer y la recuperación.
La colaboración entre estas especialidades médicas es fundamental para proporcionar un tratamiento integral y personalizado a los pacientes con tumores musculoesqueléticos en Colombia. Un enfoque multidisciplinario garantiza que cada aspecto del cuidado del paciente se aborde de manera integral, teniendo en cuenta sus necesidades médicas, físicas, emocionales y sociales.
En la Fundación Santa Fe de Bogotá se ofrecen diferentes opciones de tratamiento, dependiendo de ciertas características del cáncer o lesiones encontradas. Para esta enfermedad se tiene en cuenta: si ha habido un diagnóstico temprano, si el tumor que se ha desarrollado está localizado en el órgano o si ya hay metástasis o esparcimiento del cáncer a otros órganos o tejidos del cuerpo
• Línea de servicio de tumores musculoesqueléticos: La Fundación Santa Fe de Bogotá se ha organizado estratégicamente por condiciones clínicas para la atención integral por líneas de servicio. Este es un sistema igualitario, oportuno y efectivo que beneficia directamente a los pacientes y sus familias. Los mejores resultados en el manejo de sus signos y síntomas se obtienen gracias a la experiencia, la innovación y la avanzada tecnología en salud y en servicios para la atención integral centrada en las personas.
• Equipo de enfermería: La Dirección de Enfermería de la Fundación Santa Fe de Bogotá está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y control de los signos y síntomas. El equipo de Enfermería ofrece también una atención amable, participativa y entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud.
• Clínica de dolor y cuidado paliativo: Los pacientes con cáncer deben disfrutar de bienestar y tranquilidad. Por esto se cuenta con un equipo especializado e interdisciplinario para el manejo integral del dolor mediante terapias que pueden requerir o no de medicamentos, con un monitoreo constante y atención oportuna.
• Centro de rehabilitación física: El equipo especializado en rehabilitación cuenta con expertos en fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional que atienden los casos que así lo necesitan, con el objetivo de apoyar su proceso de mejoría.
• Salud mental (psico-oncología): Los psiquiatras y psicólogos de la Fundación Santa Fe de Bogotá atienden permanentemente a los pacientes de oncología. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con afectaciones de su salud mental.
• Equipo de nutrición: El equipo de nutrición y dietética está conformado por nutricionistas que acompañan, valoran y monitorean las condiciones nutricionales de los pacientes, por medio de pruebas para identificar y tratar los riesgos asociados al exceso o las deficiencias de peso.
• Educación al paciente y su familia: La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. Su objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades del paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y el cumplimiento de sus tratamientos médicos, a fin de obtener los mejores resultados.