el Cáncer Gastrointestinal
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Salud de la Fundación Santa Fe.
El Cáncer Gástrico es una patología tumoral que ocurre en el interior del estómago con una conversión a células malignas que empiezan a generar crecimientos o masas que generan sintomatología como dolor, obstrucción e incapacidad para comer, etc.
Para el 2020 el Cáncer Gástrico es la cuarta causa de mortalidad por Cáncer a nivel mundial, aproximadamente 768,793 muertes/año (Sung et al., 2021). La región de Latinoamérica y el Caribe en el año 2020 ocupo el segundo puesto en mortalidad (53.392 muertes/año) e incidencia estandarizada por sexo (8.3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes), superada por Asia con 14.3 casos (Global Cancer Observatory (GLOBOCAN), 2020).
En Colombia entre el 2020 y 2021 se diagnosticaron 37.706 casos nuevos de Cáncer, de los cuales 2.113 fueron de Cáncer gástrico invasivo y solo 24 casos in situ, lo cual representa un 5,6% de todos los casos de Cáncer en el país (Fondo Colombiano de enfermedades de alto costo, 2022).
En Colombia la región central tiene la mayor mortalidad para Cáncer Gástrico en el país (31,86%). Huila, Quindío, Bogotá y Norte de Santander, son los departamentos que han permanecido dentro de los primeros lugares de incidencia, prevalencia y mortalidad desde el 2018 (Fondo Colombiano de enfermedades de alto costo, 2022).
El Cáncer Gástrico es el desenlace de un proceso de inflamación crónica que sufre la mucosa gástrica, generando gastritis crónica, y posteriormente cambios en la mucosa (Metaplasia y Displasia) que finalmente conducen a Cáncer (Duan et al., 2021).
Síntomas
El Cáncer Gástrico es difícil de detectar tempranamente porque no causa síntomas; no obstante, algunos de los siguientes síntomas, que pueden ser causados por otras patologías, se deben revisar para descartar que sean a causa de un Cáncer Gástrico:
Pérdida de apetito
Pérdida de peso
Dolor abdominal
Náuseas
Vómito con o sin sangre
Sangre en heces fecales
Sensación de llenura o indigestión
Al presentarse alguno de estos síntomas se debe consultar con el médico, para que sean analizados junto con los factores de riesgo y establecer la probabilidad de un diagnóstico de cáncer y así ordenar las pruebas que pueden confirmar o no el diagnóstico.
Tipos
Factores de riesgo
El Cáncer Gástrico puede ser producto de varios factores, genéticos y de estilos de vida. Historia familiar o síndromes hereditarios predisponen a la ocurrencia de cáncer gástrico; así como, consumo de alcohol, cigarrillo, consumo alto de sal y productos ahumados.
Antecedentes familiares de Cáncer Gástrico
Historia familiar de Poliposis Adenomatosa
Personal que trabaja en la industria del caucho y carbón
En el caso de Latinoamérica la población residente en zonas montañosas de los Andes tiene mayor riesgo de desarrollar Cáncer a comparación de los que residen en zonas costeras. Lo cual, está mediado por factores ambientales como: la alimentación y la exposición a infección por Helicobacter pylori, y/o virus y parásitos intestinales, así como por factores genéticos (Torres et al., 2013).
En Latinoamérica la seropositivad de Helicobacter Pylori es mayor en la población con bajo nivel educativo, condiciones socioeconómicas desfavorables, tabaquismo y baja adherencia a controles médicos (Tsang et al., 2022).
El riesgo de recurrencia de infección por Helicobacter Pylory en la población adulta de Latinoamérica es del 11,5% al año de finalizar el tratamiento inicial; está mediado por el sitio geográfico, adherencia al tratamiento, sexo masculino y la edad (Morgan et al., 2013).
En la población de Latinoamérica el consumo alto de sal, carnes rojas y/o procesadas (≥ 4 veces/semana), el tabaquismo (>5 cigarrillos/día) y el consumo de alcohol, son hábitos asociados con mayor riesgo de Cáncer Gástrico (Bonequi et al., 2013, López et al., 2023).
Prevención
Prácticas de prevención
Personas con factores de riesgo, mayores de 40 años deben realizarse un seguimiento o examen por endoscopia.
Síntomas gástricos persistentes y recurrentes, debe consultar con gastroenterología y hacer seguimiento por endoscopia.
Tratamiento para infección por Helicobacter Pylori, que tiene alta frecuencia en Colombia.
Evitar el consumo de carnes curadas (con alto contenido de sal) o ahumados.
Mejora el consumo de frutas y verduras frescas.
Lavado de alimentos crudos como hortalizas, agua apta para consumo humano (tratada o agua potable).
Disminuir el consumo de alcohol.
Aumentar el consumo de alimentos con vitamina C y betacarotenos.
¿Qué hábitos saludables se recomiendan?
Actividad física
Las personas diagnosticadas deben mantener un nivel adecuado de actividad física, de acuerdo con su capacidad y resistencia. Para esto se recomienda establecer rutinas frecuentes de ejercicio, aproximadamente cinco días a la semana, sin llegar al cansancio extremo.
La actividad física produce mejores respuestas del cuerpo y de la enfermedad, disminuye la inflamación y fortalece los músculos, lo que puede ayudar a manejar el dolor.
Tener espacios para el fortalecimiento de la salud mental
El estado de ánimo y la salud mental también deben ser prioritarios para obtener una mejor respuesta a los tratamientos y manejar las emociones. Para esto, el paciente debe realizar actividades de entretenimiento que le permitan salir de la rutina y compartir con sus seres queridos.
Se recomiendan actividades como la escritura (para expresar lo que siente), demostrar agradecimiento y crear espacios para la espiritualidad.
Nutrición
La nutrición tiene un papel fundamental en la prevención y el tratamiento de la enfermedad, por ello se deben considerar estos consejos:
Escoger un mismo plato para aprender a controlar las porciones que se consumen a diario.
Procurar que la mitad de las porciones del plato tengan frutas y verduras.
Incluir proteína sin grasa, como pescado (cocido), pollo sin piel o leguminosas.
Evitar los embutidos.
Tomar agua para facilitar la hidratación y el buen funcionamiento de varios órganos del cuerpo.
Evitar el consumo de bebidas azucaradas, como las gaseosas.
Evitar la ingesta de alimentos crudos como mariscos, pescados, carnes, quesos madurados, entre otros.
Durante los tratamientos de cáncer se pueden presentar síntomas como daño de las mucosas o mucositis, náuseas, vómito, diarrea y colitis, que pueden disminuir el apetito o dificultar la retención de los alimentos. En este caso, los pacientes deben comunicarse con el médico tratante, hidratarse y consumir los alimentos que se toleren, para evitar posibles complicaciones, como la deshidratación.
Descanso y sueño adecuados
El descanso y el sueño favorecen la recuperación integral de la energía, la salud, la memoria y la atención. De allí que sea muy importante dormir durante períodos adecuados, con horas fijas de sueño.
Para tener una calidad de sueño conveniente, se recomienda mantener una rutina de ejercicio matutina y evitar, antes de dormir, la exposición a pantallas de televisores, tabletas y celulares.
Los tiempos de siesta también son valiosos, especialmente en horas de la tarde, antes de las 3:00 p.m., y máximo durante 20 minutos. Esto tiene un efecto reparador y beneficia la memoria y la capacidad creativa.
Diagnóstico / Detección
Además del examen que realiza el médico tratante, médico internista o gastroenterólogo, se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar el cáncer gástrico:
Endoscopia con biopsia (Esofagogastroduodenoscopia): procedimiento que permite visualizar el interior del esófago, estómago y duodeno a fin de determinar si hay áreas anormales. En la muestra de tejido tomado para la biopsia también se podrá determinar si hay infección por Helicobacter Pylori, que como ya se mencionó es un factor de riesgo asociado al Cáncer Gástrico. También con este tejido de la biopsia se puede hacer prueba de biomarcadores, que permiten caracterizar mejor el tipo de Cáncer y así contribuir a la elección del mejor tratamiento. Algunos biomarcadores usados para cáncer gástrico son: HER2, PDL-1, Inestabilidad Microsatelital, entre otros.
También se realizan otro tipo de imágenes y procedimientos que ayudan a identificar la ubicación del Cáncer, su estadificación y si se ha diseminado o no, tales como:
Ultrasonido Endoscópico
Tomografía de abdomen
Resonancia Magnética
PET (Tomografía por emisión de positrones)
Laparoscopia Exploratoria
Tratamiento
Las opciones de tratamiento para el Cáncer Gástrico dependen de la ubicación, la etapa en la que se encuentra, los resultados de los biomarcadores y si se ha diseminado o no. En cualquier caso, se requiere un manejo multidisciplinario, con intervención de múltiples profesionales de la salud, incluidos cirujanos, oncólogos, nutricionistas, cuidado paliativo, psicología, entre otros.
Los tratamientos para el Cáncer Gástrico incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia y cuidados paliativos.
La cirugía es un tratamiento que se usa en muchas etapas diferentes del Cáncer Gástrico y se realiza para extraer el Cáncer y parte o todo el estómago (Gastrectomía total o parcial), así como algunos ganglios linfáticos cercanos. Es muy importante que este tipo de intervenciones sea realizado por cirujanos oncólogos que le hacen un abordaje muy integral a la patología y orienta de la mejor manera la etapa de tratamiento y seguimiento.
Muchos pacientes pueden ser tratados con Quimioterapia o Radioterapia previa a una cirugía para reducir el tamaño del Cáncer y facilitar la cirugía, pero generalmente la quimioterapia es posterior a la intervención quirúrgica.
Para las etapas más avanzadas del Cáncer Gástrico se emplean otras opciones como la inmunoterapia, terapia dirigida y todo el soporte del equipo de cuidados paliativos para manejo del dolor y los síntomas de la enfermedad.
Resulta muy importante el rol del grupo de soporte nutricional para acompañar todo el proceso de alimentación de los pacientes, en todas las etapas de tratamiento.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
La Fundación Santa Fe de Bogotá se ha organizado estratégicamente por condiciones clínicas para la atención integral por líneas de servicio. Este es un sistema igualitario, oportuno y efectivo que beneficia directamente a los pacientes y sus familias. Los mejores resultados en el manejo de sus signos y síntomas se obtienen gracias a la experiencia, la innovación y la avanzada tecnología en salud y en servicios para la atención integral centrada en las personas.
Equipo de Enfermería:
La Dirección de Enfermería de la Fundación está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y control de los signos y síntomas. El equipo de Enfermería ofrece también una atención amable, participativa y entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud.
Clínica de dolor y cuidado paliativo:
Los pacientes con cáncer deben disfrutar de bienestar y tranquilidad. Por esto se cuenta con un equipo especializado e interdisciplinario para el manejo integral del dolor mediante terapias que pueden requerir o no de medicamentos, con un monitoreo constante y atención oportuna.
Centro de rehabilitación física:
El equipo especializado en rehabilitación cuenta con expertos en fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional que atienden los casos que así lo necesitan, con el objetivo de apoyar su proceso de mejoría.
Salud mental (psico-oncología):
Los psiquiatras y psicólogos de la Fundación atienden permanentemente a los pacientes de oncología. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con afectaciones de su salud mental.
Equipo de nutrición:
El equipo de nutrición y dietética está conformado por nutricionistas que acompañan, valoran y monitorean las condiciones nutricionales de los pacientes, por medio de pruebas para identificar y tratar los riesgos asociados al exceso o las deficiencias de peso.
Educación al paciente y su familia:
La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. Su objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades del paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y el cumplimiento de sus tratamientos médicos, a fin de obtener los mejores resultados.