Cáncer de Intestino Delgado
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El tumor de intestino delgado es un crecimiento anormal de células en la parte más larga y estrecha del intestino, conocido como intestino delgado. Este tipo de tumor puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Cuando es maligno, se le llama cáncer de intestino delgado.
Síntomas
Los síntomas del tumor de intestino delgado varían según el tamaño, ubicación y tipo del tumor, y la etapa en la que se encuentra la enfermedad. Es importante reconocer los siguientes síntomas que pueden indicar la presencia de un tumor en el intestino delgado:
Dolor Abdominal: El dolor abdominal es uno de los síntomas más comunes asociados con el tumor de intestino delgado. Puede manifestarse como molestias persistentes en el abdomen, sensación de plenitud o calambres. Este dolor puede variar en intensidad y localización, y a menudo se describe como una sensación de presión o incomodidad en la parte central o baja del abdomen.
Cambios en los hábitos intestinales: Los cambios en los hábitos intestinales pueden ser un signo de alerta temprana de un tumor de intestino delgado en Colombia. Esto puede incluir diarrea persistente, estreñimiento crónico o alternancia entre ambos. Estos cambios pueden ser inexplicables y no estar relacionados con cambios en la dieta o el estilo de vida.
Sangrado rectal o sangre en las heces: La presencia de sangre en las heces o sangrado rectal sin causa aparente puede ser un síntoma preocupante que requiere atención médica inmediata. Este sangrado puede manifestarse como sangre roja brillante en las heces o como heces de color negro alquitranado, indicando sangrado interno más grave.
Fatiga y debilidad: La fatiga inexplicable y la debilidad generalizada pueden ser síntomas asociados con el tumor de intestino delgado. Esto puede deberse a la pérdida de sangre debido al sangrado interno, así como a la anemia resultante. La fatiga puede interferir con las actividades diarias y no mejorar con el descanso.
Otros síntomas menos comunes: Además de los síntomas mencionados anteriormente, el tumor de intestino delgado puede estar asociado con otros signos y síntomas menos comunes, que incluyen:
Pérdida de peso involuntaria.
Náuseas y vómitos.
Hinchazón abdominal o sensación de plenitud.
Pérdida de apetito.
Sensación de tener un bulto o masa en el abdomen.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por una variedad de condiciones médicas, y la presencia de uno o más de estos síntomas no necesariamente significa que una persona tenga un tumor de intestino delgado. Sin embargo, si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente o si tienes preocupaciones sobre tu salud, es fundamental consultar a un médico para una evaluación adecuada y un diagnóstico preciso. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente las posibilidades de éxito en el manejo del tumor de intestino delgado.
Tipos
En Colombia, los tipos más comunes de tumores de intestino delgado incluyen:
Adenocarcinoma: El adenocarcinoma es el tipo más frecuente de cáncer de intestino delgado en Colombia, constituyendo aproximadamente el 70% de todos los casos diagnosticados. Este tipo de cáncer se desarrolla a partir de las células glandulares que recubren la superficie interna del intestino delgado. En Colombia, se ha observado un aumento gradual en la incidencia de adenocarcinoma de intestino delgado, especialmente en adultos mayores.
Tumor carcinoide: Los tumores carcinoides son menos comunes que el adenocarcinoma en el intestino delgado colombiano, pero aún representan una parte significativa de los casos. Estos tumores se originan en las células neuroendocrinas del intestino delgado y pueden secretar hormonas que causan síntomas característicos.
Linfoma intestinal: El linfoma intestinal es un tipo raro de cáncer de intestino delgado que se origina en las células del sistema linfático. Aunque constituye una pequeña proporción de los casos de cáncer de intestino delgado en Colombia, su diagnóstico y tratamiento son importantes debido a su agresividad y naturaleza potencialmente mortal.
Etapas de la enfermedad
El cáncer de intestino delgado se clasifica en etapas según la extensión del tumor y si se ha diseminado a otros órganos. Esta clasificación ayuda a los médicos a determinar el pronóstico del paciente y el plan de tratamiento más adecuado. Aquí te detallo las etapas de la enfermedad:
Etapa 0: En esta etapa, el cáncer se encuentra confinado en la capa más interna del intestino delgado y no ha invadido otras capas del tejido ni se ha diseminado a ganglios linfáticos u otros órganos. A menudo se le llama carcinoma in situ.
Etapa I: En la etapa I, el cáncer se ha propagado más allá de la capa interna del intestino delgado hasta la capa muscular pero no ha alcanzado los ganglios linfáticos ni otros órganos. El tamaño del tumor generalmente es pequeño en esta etapa.
Etapa II: En la etapa II, el cáncer se ha extendido a las capas más profundas del intestino delgado y puede haber invadido algunos ganglios linfáticos cercanos, pero aún no se ha diseminado a órganos distantes.
Etapa III: En esta etapa, el cáncer ha invadido aún más las capas del intestino delgado y puede haberse diseminado a múltiples ganglios linfáticos cercanos. Sin embargo, no se ha propagado a órganos distantes.
Etapa IV: La etapa IV es la etapa más avanzada del cáncer de intestino delgado. En esta etapa, el cáncer se ha diseminado a órganos distantes, como el hígado, los pulmones o los huesos, a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático. Esta etapa también se conoce como cáncer metastásico.
La clasificación por etapas es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado y pronosticar el curso de la enfermedad. Las opciones de tratamiento pueden variar desde la cirugía para extirpar el tumor hasta la quimioterapia, la radioterapia y otras terapias dirigidas, dependiendo de la etapa en la que se encuentre el cáncer y las características individuales del paciente.
Después de determinar la etapa del cáncer de intestino delgado, se establece un plan de tratamiento que puede incluir una combinación de cirugía, terapia sistémica y radioterapia. Además, se realiza un seguimiento regular para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar cualquier signo de recurrencia.
Es importante recordar que cada paciente es único y que el tratamiento y el pronóstico pueden variar según diversos factores, incluida la etapa del cáncer, la salud general del paciente y la respuesta al tratamiento. Por lo tanto, es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un equipo médico especializado para recibir el mejor cuidado posible.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores de intestino delgado en Colombia son:
Antecedentes familiares de cáncer de intestino: Tener familiares cercanos con antecedentes de cáncer de intestino delgado puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad. En Colombia, se ha observado que los individuos con antecedentes familiares de cáncer gastrointestinal, incluido el cáncer de intestino delgado, tienen un riesgo elevado en comparación con la población general.
Enfermedad inflamatoria intestinal: Condiciones como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que causan inflamación crónica del tracto gastrointestinal, pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores de intestino delgado en Colombia. Estas enfermedades inflamatorias intestinales se asocian con un mayor riesgo de adenocarcinoma de intestino delgado en particular.
Dieta alta en grasas y baja en fibra: Una dieta poco saludable, alta en grasas saturadas y baja en fibra, ha sido asociada con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de intestino delgado. El consumo excesivo de alimentos procesados, carnes rojas y productos con alto contenido de grasas puede contribuir al desarrollo de tumores intestinales.
Otras Condiciones y Factores de Riesgo: Además de los factores mencionados anteriormente, hay otras condiciones y factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar tumores de intestino delgado en Colombia, como:
Tabaquismo: Fumar aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de intestino delgado.
Obesidad: El exceso de peso corporal y la obesidad han sido asociados con un mayor riesgo de cáncer de intestino delgado.
Radioterapia Previas: Las personas que han recibido radioterapia en el abdomen o la pelvis, especialmente durante la infancia, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar tumores de intestino delgado más adelante en la vida.
Prevención
La prevención del tumor de intestino delgado implica tomar medidas para reducir los factores de riesgo conocidos y fomentar hábitos de vida saludables que pueden ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad. Aquí te detallo algunas estrategias importantes de prevención:
Dieta saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y legumbres puede proporcionar fibra y nutrientes esenciales que pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de intestino delgado. Limitar el consumo de carnes procesadas y rojas, así como de alimentos altamente procesados y ricos en grasas saturadas, puede ayudar a reducir el riesgo.
Mantener un peso saludable: Mantener un peso corporal saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de intestino delgado, así como otros tipos de cáncer y enfermedades crónicas.
Ejercicio regular: La actividad física regular, como caminar, correr, nadar o practicar deportes, puede ayudar a mantener el sistema digestivo saludable y reducir el riesgo de cáncer de intestino delgado y otros tipos de cáncer.
Limitar el consumo de alcohol: Consumir alcohol en exceso puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de intestino delgado y otros tipos de cáncer. Limitar el consumo de alcohol o abstenerse por completo puede ayudar a reducir este riesgo.
No fumar: Fumar tabaco está asociado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de intestino delgado. No fumar y evitar la exposición al humo de segunda mano pueden ayudar a reducir este riesgo.
Detección temprana: Someterse regularmente a pruebas de detección, especialmente si tienes factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de intestino delgado, puede ayudar a detectar la enfermedad en etapas tempranas cuando es más tratable.
Seguimiento médico: Mantener una relación regular con un médico de atención primaria puede ayudar a identificar y abordar los factores de riesgo de cáncer de intestino delgado, así como otras preocupaciones de salud.
Conciencia y educación: Aprender sobre los factores de riesgo del cáncer de intestino delgado, los síntomas de la enfermedad y la importancia de la detección temprana puede ayudar a promover hábitos de vida saludables y facilitar la búsqueda de atención médica oportuna.
Seguir las recomendaciones médicas: Seguir las recomendaciones médicas, como realizar pruebas de detección regularmente y adoptar hábitos de vida saludables, puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de intestino delgado y otras enfermedades.
Participar en programas de detección: Algunas instituciones médicas y organizaciones de salud ofrecen programas de detección de cáncer de intestino delgado para personas con factores de riesgo. Participar en estos programas puede ser una forma efectiva de detectar la enfermedad en etapas tempranas.
Al adoptar un enfoque integral que incluya estos hábitos de vida saludables y medidas de detección temprana, es posible reducir el riesgo de desarrollar cáncer de intestino delgado y mejorar la salud digestiva en general. Es importante consultar con un médico para obtener orientación específica sobre las estrategias de prevención más adecuadas para ti.
Diagnóstico / Detección
El diagnóstico preciso del tumor de intestino delgado es fundamental para iniciar el tratamiento adecuado y mejorar las posibilidades de éxito en la lucha contra el cáncer. Aquí te explicamos en detalle los procedimientos y exámenes que suelen realizarse:
Historial médico y examen físico: El médico comenzará por recopilar tu historial médico completo, incluidos antecedentes familiares de cáncer y cualquier síntoma que estés experimentando. Luego, realizará un examen físico para buscar signos de enfermedad, como masas abdominales o inflamación.
Pruebas de laboratorio: Se pueden realizar pruebas de sangre para buscar signos de anemia u otros problemas de salud que puedan estar relacionados con el cáncer. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre completos, pruebas de función hepática y marcadores tumorales específicos.
Pruebas de imágenes: Las pruebas de imágenes son fundamentales para detectar la presencia y extensión del tumor. Entre las pruebas más comunes se encuentran:
Colonoscopia: Se utiliza un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo para examinar el intestino delgado en busca de cualquier anomalía.
Tomografía computarizada (TC) abdominal: Proporciona imágenes detalladas de los órganos abdominales, incluido el intestino delgado, para identificar tumores u otras anomalías.
Resonancia magnética (RM) abdominal: Similar a la TC pero utiliza campos magnéticos en lugar de radiación para crear imágenes detalladas.
Ecografía abdominal: Utiliza ondas de sonido para crear imágenes de los órganos internos y puede ser útil para detectar tumores en el intestino delgado.
Endoscopia digestiva alta: Este procedimiento utiliza un endoscopio flexible para examinar el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (llamado duodeno) en busca de tumores u otras anomalías.
Biopsia: Si se encuentra una anomalía sospechosa durante cualquiera de los exámenes anteriores, se puede realizar una biopsia. Durante este procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido para su análisis bajo el microscopio y confirmar la presencia de células cancerosas.
Recuerda que estos procedimientos pueden variar según las características individuales de cada paciente y las recomendaciones médicas específicas. Siempre es importante seguir las indicaciones de tu equipo médico para obtener el mejor cuidado posible.
Detección Temprana
La detección temprana del tumor de intestino delgado es esencial para mejorar las posibilidades de tratamiento exitoso y supervivencia a largo plazo. Aquí te explicamos por qué es importante y cómo puedes detectarlo a tiempo:
Importancia de la detección temprana:
Mejora del pronóstico: Cuando el tumor de intestino delgado se detecta en etapas tempranas, las opciones de tratamiento suelen ser más efectivas y menos invasivas, lo que puede llevar a mejores resultados para el paciente.
Prevención de complicaciones: La detección temprana puede ayudar a prevenir la progresión del cáncer y la aparición de complicaciones graves, como obstrucción intestinal, sangrado o perforación del intestino.
Mayor variedad de opciones de tratamiento: En etapas iniciales, hay una gama más amplia de opciones de tratamiento disponibles, que pueden incluir cirugía, terapia dirigida, radioterapia o quimioterapia, con el objetivo de curar la enfermedad o controlarla de manera efectiva.
Mejora la calidad de vida: Al detectar el tumor de intestino delgado en sus primeras etapas, se pueden evitar tratamientos más agresivos y sus posibles efectos secundarios, lo que contribuye a una mejor calidad de vida para el paciente.
Métodos de detección temprana
Pruebas de detección regulares: Si tienes factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de colon, es recomendable someterte regularmente a pruebas de detección, como colonoscopias o pruebas de sangre fecal. Estas pruebas pueden detectar cambios precancerosos o cancerosos en el intestino delgado antes de que aparezcan los síntomas.
Conciencia de los síntomas: Es importante estar atento a cualquier cambio en los hábitos intestinales, sangrado rectal, dolor abdominal persistente, fatiga inexplicable, pérdida de peso sin razón aparente o cualquier otro síntoma que pueda indicar un problema en el intestino delgado. Si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a tu médico de inmediato para una evaluación adecuada.
Educación y promoción de la salud: Las campañas de concientización y educación pública sobre los factores de riesgo del cáncer de intestino delgado, los síntomas y la importancia de la detección temprana pueden ayudar a fomentar la búsqueda de atención médica oportuna y reducir las tasas de diagnóstico tardío.
Consulta médica regular: Mantener una relación continua con tu médico de atención primaria puede facilitar la detección temprana del cáncer de intestino delgado, ya que pueden realizar evaluaciones de riesgo y recomendar pruebas de detección según tu historial médico y síntomas.
Recuerda que la detección temprana del tumor de intestino delgado puede marcar la diferencia en el éxito del tratamiento y la calidad de vida del paciente. No ignores los síntomas y sigue las recomendaciones de tu equipo médico para cuidar tu salud intestinal.
Tratamiento
El tratamiento del tumor de intestino delgado depende de la etapa de la enfermedad y de las características individuales del paciente. Aquí detallamos las opciones de tratamiento disponibles:
Cirugía:
Resección local: En etapas tempranas del cáncer, se puede realizar una cirugía para extirpar el tumor y una pequeña cantidad de tejido circundante.
Resección ampliada: En etapas más avanzadas, puede ser necesario extirpar una parte más grande del intestino delgado, así como ganglios linfáticos cercanos u otros órganos afectados.
Cirugía paliativa: En casos de cáncer metastásico, se pueden realizar procedimientos para aliviar síntomas como obstrucción intestinal o sangrado.
Quimioterapia: Se pueden usar medicamentos quimioterápicos para destruir las células cancerosas y prevenir su crecimiento y propagación. La quimioterapia puede administrarse antes de la cirugía (neoadyuvante) para reducir el tamaño del tumor, después de la cirugía (adyuvante) para eliminar células cancerosas restantes o como tratamiento principal en cánceres avanzados.
Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede administrarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor, después de la cirugía para destruir células cancerosas restantes o como tratamiento paliativo para aliviar síntomas.
Terapias dirigidas: Estas terapias utilizan medicamentos que atacan específicamente a las células cancerosas, bloqueando los procesos que las hacen crecer y diseminarse. Pueden ser una opción de tratamiento para ciertos subtipos de cáncer de intestino delgado.
Inmunoterapia: La inmunoterapia utiliza el sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer. Puede ser una opción de tratamiento para ciertos tipos de cáncer de intestino delgado en etapas avanzadas.
Cuidados de apoyo y paliativos: Los cuidados paliativos se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad. Pueden incluir tratamientos para el control del dolor, la nutrición adecuada y el apoyo emocional.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento del tumor de intestino delgado debe adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente, teniendo en cuenta factores como la edad, el estado de salud general, la etapa y el tipo específico de cáncer. Por lo tanto, es fundamental trabajar en estrecha colaboración con el equipo médico para desarrollar un plan de tratamiento personalizado y obtener el mejor resultado posible.
El tratamiento integral del tumor de intestino delgado involucra la colaboración de diversas especialidades médicas, cada una aportando su experiencia para brindar la mejor atención al paciente. A continuación, se detallan las especialidades médicas que suelen participar en el manejo de esta enfermedad:
Oncología Médica: Los oncólogos médicos son especialistas en el tratamiento del cáncer utilizando terapias sistémicas como la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. Trabajan en estrecha colaboración con otros miembros del equipo médico para desarrollar planes de tratamiento personalizados para cada paciente.
Cirugía General/ Oncológica: Los cirujanos oncólogos se especializan en la extirpación quirúrgica de tumores cancerosos. En el caso del tumor de intestino delgado, pueden realizar resecciones locales o ampliadas del intestino delgado y otros órganos afectados, así como procedimientos paliativos para aliviar síntomas.
Radioterapia: Los radioterapeutas utilizan radiación de alta energía para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. Pueden estar involucrados en el tratamiento del cáncer de intestino delgado, especialmente en casos en los que la radioterapia puede ayudar a reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía o como tratamiento paliativo para aliviar síntomas.
Gastroenterología: Los gastroenterólogos son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del tracto gastrointestinal, incluido el cáncer de intestino delgado. Pueden realizar procedimientos endoscópicos como la colonoscopia y la endoscopia digestiva alta para diagnosticar y tratar el cáncer de intestino delgado.
Patología: Los patólogos desempeñan un papel fundamental en el diagnóstico del cáncer de intestino delgado mediante el examen microscópico de muestras de tejido obtenidas durante biopsias y cirugías. Ayudan a determinar el tipo exacto de cáncer, su grado de agresividad y otros factores que guían el tratamiento.
Nutricionistas: Ayudan a los pacientes a mantener una dieta adecuada antes, durante y después del tratamiento para garantizar una nutrición óptima y apoyar la recuperación.
Trabajadores sociales: Proporcionan apoyo emocional, asesoramiento y recursos para ayudar a los pacientes y sus familias a enfrentar los desafíos sociales y emocionales asociados con el cáncer.
Enfermería especializada en oncología: Brindan cuidados especializados, educación y apoyo a los pacientes durante todo el proceso de tratamiento y recuperación.
La colaboración entre estas diferentes especialidades médicas es crucial para garantizar un enfoque integral y coordinado en el tratamiento del cáncer de intestino delgado. Al trabajar juntos, estos profesionales pueden proporcionar la mejor atención posible, teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada paciente y optimizando los resultados del tratamiento.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
Un equipo multidisciplinario de especialistas, que incluye oncólogos, cirujanos, radiólogos y enfermeras especializadas, trabaja juntos para proporcionar un tratamiento integral y de calidad a los pacientes con cáncer de colon.
En la Fundación Santa Fe de Bogotá se ofrecen diferentes opciones de tratamiento, dependiendo de ciertas características del cáncer o lesiones encontradas. Para esta enfermedad se tiene en cuenta: si ha habido un diagnóstico temprano, si el tumor que se ha desarrollado está localizado en el órgano o si ya hay metástasis o esparcimiento del cáncer a otros órganos o tejidos del cuerpo
Línea de servicio de cáncer de Gastrointestinal: La Fundación Santa Fe de Bogotá se ha organizado estratégicamente por condiciones clínicas para la atención integral por líneas de servicio. Este es un sistema igualitario, oportuno y efectivo que beneficia directamente a los pacientes y sus familias. Los mejores resultados en el manejo de sus signos y síntomas se obtienen gracias a la experiencia, la innovación y la avanzada tecnología en salud y en servicios para la atención integral centrada en las personas.
Equipo de enfermería: La Dirección de Enfermería de la Fundación Santa Fe de Bogotá está constituida por un equipo especializado de enfermeras y enfermeros que gestiona el cuidado de pacientes y sus familias por tipos de servicio. El objetivo es obtener resultados satisfactorios en el manejo y control de los signos y síntomas. El equipo de Enfermería ofrece también una atención amable, participativa y entrega conocimientos a las personas para el cuidado de su salud.
Clínica de dolor y cuidado paliativo: Los pacientes con cáncer deben disfrutar de bienestar y tranquilidad. Por esto se cuenta con un equipo especializado e interdisciplinario para el manejo integral del dolor mediante terapias que pueden requerir o no de medicamentos, con un monitoreo constante y atención oportuna.
Centro de rehabilitación física: El equipo especializado en rehabilitación cuenta con expertos en fisioterapia, fonoaudiología y terapia ocupacional que atienden los casos que así lo necesitan, con el objetivo de apoyar su proceso de mejoría.
Salud mental (psico-oncología): Los psiquiatras y psicólogos de la Fundación Santa Fe de Bogotá atienden permanentemente a los pacientes de oncología. Además, se pone a su disposición una unidad especial de salud mental llamada Zona Lavanda, que se encuentra dotada con unidades para la atención de personas con afectaciones de su salud mental.
Equipo de nutrición: El equipo de nutrición y dietética está conformado por nutricionistas que acompañan, valoran y monitorean las condiciones nutricionales de los pacientes, por medio de pruebas para identificar y tratar los riesgos asociados al exceso o las deficiencias de peso.
Educación al paciente y su familia: La Subdirección de Servicio de la Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el programa de Educación al Paciente y su Familia. Su objetivo es acompañar y fortalecer las capacidades del paciente para que participe activamente en el cuidado de su salud y el cumplimiento de sus tratamientos médicos, a fin de obtener los mejores resultados.
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